28 mayo, 2021
La cadena Meliá se convirtió, con su programa Stay Safe, en un referente internacional en cuanto a la aplicación de los protocolos para hacer frente a la pandemia. Su director comercial, José María Dalmau, explica a TUR 43, en una charla mantenida en Fitur, las perspectivas del grupo de cara al próximo verano en el que, según vaticina, será el turismo nacional de vacaciones el que tire del carro mientras las visitas internacionales y los viajes de negocios se recuperan poco a poco.
-¿Cómo afronta Meliá el inicio de la recuperación turística?
-Con esperanza, pero también con cautela. Creo que estamos en un buen momento para iniciar una recuperación con cierta seguridad. Lo que nos avala es la evolución de las ventas en las últimas cinco semanas, en las que hemos visto cómo el mercado español, que es el que más alegrías nos tiene que dar en este momento, se está recuperando, principalmente, para los destinos vacacionales, porque las ciudades van un poco más retrasadas.
-Por lo que usted afirma, parece que será el turismo nacional el que tenga que tirar del carro.
-Meliá tiene un gran reconocimiento en el mercado nacional. Tenemos una base de clientes repetitivos muy potente y, por tanto, nuestra primera opción es contar con ellos, aunque también esperamos que la afluencia de europeos, encabezada por alemanes y británicos, tenga su repercusión. Alemania ya está dando muy buenas señales de reservas. Ya sólo falta que el Gobierno británico nos dé la luz verde. Yo no diría una avalancha, pero sí esperamos un buen repunte de reservas británicas que, en este momento, están totalmente paradas.
-¿Qué tal funcionaron las medidas sanitarias implantadas en los hoteles?
-Creo que nuestro programa Stay Safe ha sido un referente en la industria y, de la misma manera que lo pusimos en marcha el pasado 2020, lo mantenemos este año. Creo que la ventaja en este momento es que el consumidor ya ha viajado un poco y sabe lo que se va a encontrar en los hoteles. El viajero ha normalizado el uso de mascarilla y de geles, los turnos, las distancias de seguridad… La protección de los clientes es lo más importante.
-En cuestiones como la seguridad y la sostenibilidad, Meliá ya tenía mucho camino andado.
-No crea. Ante lo desconocido, uno tiende a poner en marcha más medidas de las necesarias y, al final, se demuestra que algunas cosas funcionan y otras no. Hemos ido adaptándonos. La pandemia ha sido para todos una novedad y nosotros, como compañía pionera, tenemos que cumplir con los mayores estándares de seguridad porque el cliente es nuestra razón de ser. No nos podemos permitir contagios. Hemos tenido muy pocos contagios en nuestros hoteles. Alguno hubo, como es normal en esta situación a la que nadie puede escapar, pero el impacto ha sido mínimo.
«El mercado español es el que más alegrías nos tiene que dar en este momento»
-¿Propiciará esta fase de recuperación una competencia salvaje en el sector hotelero?
-No puedo asegurar que no vaya a ser así. Lo que hemos visto en países que van un poco más adelantados en las aperturas, como puede ser México, es que al principio hubo precios de competencia muy agresiva pero que, rápidamente, la oferta y la demanda se regulan. Con los costes que tenemos, si se tiran los precios, no es posible tener rentabilidad. Hay que establecer unos precios adecuados para que el cliente tenga una buena experiencia y para que al hotelero le valga la pena abrir.
-¿Qué supone para Meliá participar en esta edición tan especial de Fitur?
-Yo creo que Fitur marca un punto de inflexión. Aunque la afluencia no fue la que tuvimos en el pasado, porque muchos participantes internacionales han declinado venir, damos un mensaje de que hay un cambio en la situación. Todos juntos tenemos que mandar el mensaje de que es el momento de viajar.
-Tras recuperar el turismo vacacional, tocará trabajar con el de negocios, que para muchos hoteles es fundamental.
-Evidentemente. En Meliá tenemos una gran oferta de hoteles vacacionales, pero cerca del 50% de nuestros establecimientos están ubicados en entornos urbanos. El cliente de negocios va a tardar un poco más en recuperarse, porque es necesario que las políticas de las grandes empresas autoricen a los empleados a viajar.