14 diciembre, 2022
Durante este atípico año Xacobeo 21·22, el Camino de Santiago ha batido todos los récords posibles en número de visitantes y peregrinos. Un fenómeno turístico sin precedentes que debe gran parte de su éxito a una figura casi desconocida para el gran público: Elías Valiña. Este cura de O Cebreiro (Lugo) fue el gran promotor del Camino de Santiago moderno y es el creador de las icónicas flechas amarillas que indican la dirección hacia Santiago de Compostela, convirtiéndose en un símbolo universal que todavía perdura a día de hoy.
Ahora, 33 años después de su fallecimiento, el director Aser Álvarez y la asociación Acude Rural han decidido crear un completo documental que repasa la vida del párroco y su labor como divulgador e impulsor del Camino de Santiago bajo el título Elías Valiña, el inventor de las flechas amarillas. Este proyecto se ha realizado con la colaboración de Arraiano Producións dentro del marco del programa O teu Xacobeo de la Xunta de Galicia.
Elías Valiña vivió por y para el Camino de Santiago. Nacido en Sarria (Lugo) en el año 1929, se ordenó como sacerdote en 1957, convirtiéndose en párroco de la localidad de O Cebreiro, justo en la entrada del Camino Francés. Desde aquel momento, Valiña se dedicó al estudio y a la promoción del Camino como agente dinamizador de la comarca y de la ruta jacobea.
Su actividad pionera como defensor del Camino se ejemplifica en su participación en el I Encuentro Jacobeo celebrado en Santiago de Compostela en 1985. Allí nació el germen del asociacionismo alrededor del Camino de Santiago que tanta relevancia tiene en la actualidad, y Valiña fue nombrado comisario del Camino.
En aquel momento, la ruta jacobea ya se presentaba como un elemento sociocultural y económico de gran calado en la población europea, por lo que era prioritario comenzar a trabajar en la atención a peregrinos, la creación de nuevos albergues y todos los servicios desarrollados alrededor del Camino. De esta necesidad de información y seguimiento se acordó la creación de un carné de peregrino y un boletín informativo que se transformaría en la revista Peregrino, que todavía sigue editándose por parte de la Federación de Asociaciones de Amigos del Camino de Santiago.
Consciente de lo importante que era promocionar este peregrinaje para impulsar a las zonas rurales de Galicia, Elías Valiña también fue el autor de las primeras cartografías de la ruta jacobea y de la primera tesis doctoral realizada al respecto. Y, ante la necesidad de señalizar el camino a los peregrinos, surgió la idea de las flechas amarillas.
El porqué de este color siempre será un misterio, aunque podemos deducir que Valiña eligió el amarillo por ser un color llamativo, fácil de ver y muy diferente a los usados normalmente en otro tipo de rutas de la época. Ayudado y apoyado por su familia y por diversas asociaciones, Elías fue marcando con una brocha y una buena cantidad de pintura numerosos lugares a lo largo de todo el Camino Francés, creando la primera señalética relacionada con la ruta jacobea.
El impacto de Elías y sus flechas amarillas ya ha sobrepasado todas las fronteras posibles, dejando un legado imborrable en el reclamo turístico más importante de Galicia. Tristemente, su temprana muerte en 1989 no le dejó ver el éxito de su trabajo en los años posteriores, pero su figura sigue viva en familiares, amigos y estudiosos que buscan reivindicar su papel en el Camino de Santiago, como es el caso del escritor Lois Celeiro (autor de una biografía sobre el párroco lucense) o su sobrino José Manuel López Valiña (que pintó las primeras flechas amarillas con su tío durante su infancia).