27 julio, 2020
La decisión de Reino Unido de imponer una cuarentena forzosa de 14 días a todos aquellos viajeros que lleguen al país procedentes de España ha generado una sensación de vuelta atrás entre los profesionales y empresarios del turismo, que contemplan con pavor una medida que amenaza con acabar con la presencia de unos visitantes británicos que, en agosto del pasado año y durante su estancia en territorio español, dejaron más de 2.500 millones de euros.
A la espera de conocer si la decisión afectará finalmente a toda España o si las islas quedarán exentas, todos los expertos consultados por TUR 43 coinciden al señalar que el frenazo a la llegada de turistas británicos supone un golpe de tal magnitud que muchos hoteles deberán plantearse muy seriamente la posibilidad de cerrar sus puertas.
«El impacto de no contar con los turistas británicos, que durante el pasado año fueron casi 20 millones, será demoledor para regiones como Canarias, Baleares, Andalucía y, en definitiva, para todo el territorio nacional», comenta el socio-fundador de Hotelea Consulting y colaborador de la escuela de turismo Ostelea Roberto Niño, que acusa al Gobierno de Reino Unido de haber mostrado «una gran falta de solidaridad» al haber establecido la cuarentena para cualquier viajero procedente de España en lugar de hacerlo sólo para los que lleguen de las regiones más afectadas por los rebrotes.
También contempla con preocupación la medida el presidente de la Asociación Española de Directores de Hotel, Manuel Vegas, que recuerda, además, que los datos oficiales muestran que Reino Unido presenta un mayor riesgo que España. «Los propios turistas reconocen que están más seguros aquí que en su país. Ven que aquí, aunque tengamos nuestras excepciones, hay rigor con los protocolos, con las mascarillas… Comparados con ellos, estamos bastante mejor. Nos doblan en mortalidad», apunta.
El asesor turístico y comunicador Fernando Valmaseda coincide con Vegas al manifestar que los datos epidemiológicos de Reino Unido son peores que los de España, lo que le lleva a pensar que tras la medida se esconden intereses distintos de la simple protección sanitaria de los ciudadanos. «Tiene matices muy extraños. Los casos en España y las cifras que tenemos son bastante menos que en el Reino Unido. Desde mi punto de vista, esta es una medida populista y política de presión, que va muy ligada a intereses económicos y estratégicos más que sanitarios», explica Valmaseda, que reconoce que lo ocurrido supone «un golpe importante para nuestro turismo».
Si el golpe será duro para los hoteles, no lo será menos para las agencias, que consideran que la cuarentena británica supone un frenazo a la recuperación que, tímidamente, había comenzado. «Creo que es una malísima noticia. Ralentiza mucho la recuperación que ya había empezado de forma muy lenta y gradual», comenta el presidente de la Confederación Española de Agencias de Viajes (CEAV), Carlos Garrido.
Lo que más teme el sector turístico español es que otros países imiten la cuarentena establecida por los británicos y es que esa medida ya no llega sola, sino acompañada de otras, como la recomendación de Francia a sus ciudadanos de que eviten viajar a Cataluña salvo casos de necesidad.
«Nos preocupa que otros países puedan seguir el ejemplo y que empeore la reputación del destino España», advierte el presidente de CEAV acerca de la posibilidad de que surjan imitadores.
También Manuel Vegas teme que se extiendan las restricciones para los viajeros procedentes de España. «Esperemos que otros países no tomen las mismas medidas», apunta el presidente de AEDH.
Roberto Niño, sin embargo, duda de que Reino Unido impusiera la cuarentena de no estar el Brexit de por medio. «Reino Unido, a muchos efectos, ya no forma parte de la Unión Europea. Dudo de que esa medida se hubiera tomado si siguiera formando parte de ella», explica este consultor experto en turismo.