30 marzo, 2020
«Estoy en mi casa y tengo una profunda tristeza. Nunca había vivido una situación así ni creía que la iba a vivir». Así habla el presidente de la Confederación Española de Agencias de Viajes (CEAV), Carlos Garrido, acerca de la crisis del coronavirus y de la situación de confinamiento para la población que conlleva.
Garrido, que cumple escrupulosamente con la obligación de permanecer dentro del hogar, recalca que su empresa tuvo muy claro desde el primer momento que lo más importante era la salud de sus trabajadores. «Desde el minuto 1 de la cuarentena, todo nuestro personal está en casa, porque nuestro primer objetivo es salvaguardar la salud de todo el equipo», cuenta Carlos Garrido, que añade que sus agencias han puesto en marcha «un plan de emergencia con turnos».
En estos tiempos de incertidumbre económica y de conmoción social, Garrido se apoya en sus dos hijas y en su mujer, junto a las que, cada día, sigue con atención las noticias acerca de la epidemia. «Estoy metido en casa con mis hijas, que ya son mayores y que también teletrabajan, y con mi mujer. Vemos mucho la televisión para informarnos de lo que pasa. También leo mucho los periódicos y estoy muy pendiente de las ruedas de prensa», relata el presidente de CEAV.
Carlos Garrido es uno de los españoles que tienen la oportunidad de pasear por la calle gracias a su perro, ya que pasear a la mascota es uno de los supuestos que permiten salir al exterior. Aunque salir a la vía pública le reconforta, al aligerar la presión del encierro, le entristece contemplar la funesta imagen de un paisaje desierto de gente.
«Tengo un perro y, de vez en cuando, una vez al día, lo saco a pasear. Procuro hacerlo, porque salir me da una imagen real de lo que está pasando. Uno es realmente consciente cuando sale a la calle y ve el panorama desolador», explica.
En cuanto a su trabajo, que realiza desde casa, Garrido lamenta que este se reduce a la búsqueda de soluciones a los problemas relacionados con el coronavirus. «La actividad ha bajado mucho, porque prácticamente se reduce a la gestión de incidencias. Estamos colaborando en las repatriaciones, en reagrupamientos familiares y en otras circunstancias especiales», comenta el presidente de CEAV, que dice sentir «una profunda tristeza porque no hay nada peor para un empresario que tener que prescindir, aunque solo sea temporalmente, de su equipo».