30 julio, 2020
El Gobierno de Asturias continúa aprobando normas y restricciones para frenar la expansión de la Covid-19. Después de ordenar a los locales de ocio nocturno que cierren antes de las dos de la madrugada y a no atender en la barra más allá de la medianoche, con el consiguiente descontento en el sector, ha decidido obligar a los hoteles y demás alojamientos turísticos a registrar y a guardar durante un mes los datos de sus clientes, una medida que regirá también para las peluquerías, gimnasios y centros de belleza.
El objetivo del registro, como ocurre con el que la Xunta de Galicia establece para todos los viajeros que lleguen de territorios considerados de riesgo, es el de facilitar el seguimiento de casos sospechosos de Covid-19 en caso de que se produzca un rebrote.
El Gobierno del Principado considera que la obligatoriedad del registro no implicará demasiadas molestias para los negocios, pues muchos de ellos, según expone el propio Ejecutivo autonómico, «llevan actualmente registros de sus clientes y usuarios o emplean un sistema de cita previa».
Los que sí están decepcionados con las normas contra el coronavirus que se aplican en Asturias son los hosteleros que, a través de la asociación Otea, han alertado de los devastadores efectos que tendrán las restricciones sobre los establecimientos vinculados al ocio nocturno.
«Se ha optado por decisiones totalmente negativas para el sector turístico y hostelero de Asturias, que focalizan el problema sanitario en nuestro sector, que tiene que soportar un nuevo envite. Abocan a los locales nocturnos a su desaparición, porque ningún negocio va a poder sostenerse con el horario de cierre aprobado», critica Otea.