8 marzo, 2021
Unas pusieron en marcha su negocio en busca de una vida alejada de la masificación, otras se reinventaron sin salir de su propio pueblo y algunas encontraron una vía de escape para encontrar oportunidades en tiempos de crisis. El portal Clubrural, coincidiendo con el Día Internacional de la Mujer, pone voz a las féminas que dirigen casas rurales, un 57% del total de profesionales de este subsector del turismo, que confiesan sus expectativas y sus inquietudes.
«En los últimos años existe un creciente interés de mujeres que ven en el pueblo la oportunidad para abrir un negocio, huir del estrés de la ciudad y poder conciliar su vida laboral y familiar», explica la responsable de comunicación de Clubrural, Aroa Salazar.
La propietarias de los alojamientos rurales, en muchas ocasiones, convierten en negocio una propiedad que estaba infrautilizada. «En un primer momento, compré la casa como segunda residencia vacacional, pero al final decidí darle otro enfoque y ahora la utilizamos para el disfrute familiar y como negocio», apunta Carmen, propietaria de La Bárcena (en la imagen principal), una casa rural situada en el municipio cántabro de Potes, en pleno Parque Nacional de los Picos de Europa.
Para algunas empresarias del turismo rural, la decisión de poner en marcha un negocio supuso todo un cambio de vida, una transformación tras la que, por lo general, se sienten muy satisfechas. «Una mala experiencia y el confinamiento hicieron que me replanteara mi vida por completo y decidí dar un cambio radical», relata Mercedes, una madrileña que dirige El Rincón de Abril, un alojamiento situado en el municipio de Piedralaves, en la provincia de Ávila.
La idea del cambio de vida se repite en muchos de los testimonios de estas mujeres emprendedoras. «Abrir un complejo rural fue una opción perfecta para darle un giro a mi vida», comenta Carmen, que regenta El Barranco de Miraflores, una exclusiva casa con jardín, piscina, jacuzzi, pista de pádel y barbacoa ubicada en la Comunidad de Madrid.
El creciente número de representantes del género femenino que se ponen al frente de alojamientos rurales es una prueba más del creciente protagonismo que las mujeres adquieren en los pueblos de la llamada España vaciada, un ámbito en el que, durante siglos, los hombres habían llevado la voz cantante.
«Aunque tradicionalmente el mundo rural ha sido un espacio dominado por hombres, cada vez es más frecuente ver a mujeres al frente de las administraciones, como alcaldesas y concejalas que ayudan a tomar conciencia del papel de la mujer en un mundo tan machista como es el ambiente rural», expone la propietaria de El Barranco de Miraflores.
Otras dueñas de casas rurales niegan sentir, actualmente, cualquier tipo de discriminación a la hora de ejercer su trabajo. «Ser mujer nunca ha sido un hándicap. El papel de las mujeres en el mundo rural será absolutamente equitativo», apunta Alicia, de Finca Rural Los Gorriones (Sevilla).