9 noviembre, 2020
Los alojamientos rurales vascos afrontan una situación límite debido a las restricciones establecidas por el Gobierno de Euskadi el pasado 26 de octubre y, especialmente, al cierre de los municipios que reduce al mínimo la movilidad. Es por ello por lo que la asociación Nekatur reclama a las diferentes administraciones «un plan de ayudas directas para sostener al sector».
Nuevas ayudas a fondo perdido y el pago rápido de las que ya están solicitadas, la reducción temporal del IVA turístico, la rebaja de los impuestos y de las tasas municipales y planes de financiación que sirvan para frenar el cierre definitivo de los negocios son algunas de las propuestas que Nekatur pone sobre la mesa.
Los dueños de los establecimientos rurales vascos recuerdan que las consecuencias de las nuevas restricciones se suman a las de las que se decretaron en la primera ola de la pandemia. La situación, según explica Nekatur, es mala pese al buen comportamiento de la demanda durante el verano.
«Gracias al duro trabajo que han realizado las personas que trabajan en este sector y a la implantación de medidas de reducción de la Covid-19, la respuesta de los clientes durante los meses de verano ha sido buena, valorando a los alojamientos rurales como la opción más segura de alojamiento», explica Nekatur, que añade que, pese al buen hacer durante los meses estivales, «el sector se encuentra en una situación muy complicada».
Nekatur recuerda que las casas rurales presentan una serie de particularidades que las hacen más seguras en tiempos de pandemia. «Dada la idiosincrasia de nuestros alojamientos, que están ubicados en entornos rurales, y dado que la concentración de personas está muy limitada por la misma capacidad máxima de dichos alojamientos, desde Nekatur consideramos nuestra actividad como un entorno de muy bajo riesgo de contagio», recalca la entidad.