8 agosto, 2020
En el centro de Santiago de Compostela, compartiendo zona con el Mercado de Abastos, se encuentra el Hotel Pazo de Altamira, un establecimiento que irradia modernidad y que, al mismo tiempo, cuenta con elementos del pasado, de lo que fue casa de una de las familias nobiliares más importantes de Galicia. Su directora, María Moas, explica a TUR 43 cómo afronta el futuro este alojamiento, que cuenta con el sello Galicia Calidade y que, por su gastronomía, figura en la lista de la Guía Michelin que recoge los mejores restaurantes donde comer por menos de 30 euros.
-El hotel está situado en un pazo. ¿Cuál es su historia?
-El hotel está en lo que fue el antiguo pazo de los condes de Altamira. Era, como todos los pazos, una casa emblemática y señorial. Los terrenos que ahora ocupa el Mercado de Abastos eran también del pazo. A día de hoy, el edificio mantiene las columnas del pazo original y el pozo de agua, aunque no se puede ver. La de los condes de Altamira era una familia muy importante en Galicia que tenía bastantes propiedades. Tras ser pazo, el edificio albergó unos almacenes muy conocidos de la ciudad y, después, ya llegamos nosotros.
-Ahora es un hotel de diseño, aunque queden reminiscencias del pazo original.
-El proyecto es obra de unos arquitectos coruñeses, de Creus e Carrasco. Rompieron con la estética a la que estamos acostumbrados en Galicia, de piedra y maderas oscuras, aunque se mantuvo en todo momento el uso de materiales gallegos. La piedra es de Galicia y todo el mármol que hay en las habitaciones, también. Lo mismo ocurre con la madera. Es una línea muy moderna que, sobre todo, aporta mucha luz a las estancias.
«Estamos entre un 20% y un 30% de ocupación en un mes en el que tendríamos que rondar el 100%»
-¿Cuáles son los elementos más destacados o especiales del hotel?
-Para nosotros, lo más especial es la situación, sin duda. Estar en pleno Mercado de Abastos, que es el segundo lugar más conocido y visitado de la ciudad, es muy importante. Todas las habitaciones son exteriores, así que el huésped puede descansar y disfrutar de la ciudad al mismo tiempo. También hacemos una apuesta por la gastronomía y estamos en la lista de la Guía Michelin de los mejores restaurantes por calidad-precio, que incluye establecimientos donde se come por menos de 30 euros.
-¿Qué tipo de clientela tiene el hotel?
-La clientela es bastante variada. Tenemos peregrinos que quieren acabar su experiencia de una forma especial, ejecutivos que vienen cada mes y ya piden una habitación concreta, familias con niños…
-¿Cómo ha afectado el coronavirus a la actividad en el hotel?
-Sobre todo hemos tenido dificultades económicas, porque hubo que hacer una inversión muy grande con la que está cayendo. Con la limpieza, ya teníamos unos protocolos muy estrictos, así que no nos supuso demasiados problemas en ese aspecto. El mayor inconveniente fue el gasto en mamparas y demás elementos. En las habitaciones, por el diseño, no hay demasiado textil, aunque tuvimos que retirar las alfombras.
-¿Nota cierto nerviosismo en los clientes que llegan?
-Hay un poco de todo, pero, en general, nuestros huéspedes, no sé si porque nosotros ya dejamos las cosas bastante claras antes de que lleguen, vienen bastante tranquilos.
«Esperamos que el año que viene, que es Año Santo, suponga un chute económico para la ciudad, para el Camino, para Galicia y para España en general»
-¿Han caído mucho las reservas?
-Sí, claro. Ahora mismo estamos entre un 20% y un 30% de ocupación en un mes en el que tendríamos que estar rondando el 100%.
-¿Cree que se podrá remontar?
-Lo perdido ya está perdido. Ahora vamos a intentar mantenernos a flote. Esperamos que el año que viene, que es Año Santo, suponga un chute económico para la ciudad, para el Camino, para Galicia y para España en general. La gente habla de que no hay en el Camino esa alegría que lo caracterizaba. Esperamos que eso se recupere.
-¿Qué supone para el establecimiento contar con el sello de Galicia Calidade?
-Es un sello por el que apostamos mucho. Estamos orgullosos de ser gallegos y el sello lo certifica.