3 julio, 2020
¿Puede un camping contar con unos controles para frenar el coronavirus más exigentes que los de los aeropuertos? La respuesta a esta pregunta es afirmativa y el establecimiento que ha ido un paso más allá en la protección de sus clientes y empleados está ubicado en la localidad de Tamarit, en la provincia de Tarragona.
Si para llegar al aeropuerto de Barajas o al de El Prat, un viajero sólo debe rellenar un formulario y someterse a una medición de temperatura y a un control visual; el camping Trillas Platja Tamarit exige que, para disfrutar de una placentera estancia en sus instalaciones, sus clientes superen satisfactoriamente un cuestionario, previo a su entrada, y una prueba PCR, que se realiza en el propio alojamiento.
Si deseas pasar unos días de asueto en el que es uno de los campings con mayor tradición de Cataluña, has de saber que tienes que instalar una aplicación en tu teléfono móvil y facilitar información personal, todo ello en aras de mostrar que estás libre de coronavirus.
«El cliente se instala una aplicación y debe contestar a un formulario para aportar información sobre síntomas y referencias epidemiológicas. Debe contar en qué zonas ha estado, si ha tenido contacto con alguien contagiado… Se trata de hacer una selección en origen», comenta a TUR 43 un reponsable del camping que dice hablar en nombre del director de las instalaciones, Roger Trillas.
Una vez juzgadas y aprobadas las respuestas al cuestionario por el personal médico que colabora con el camping en este proyecto, el cliente ya puede viajar a su alojamiento, si bien, antes de disfrutar de las instalaciones comunes, debe superar una nueva criba: la prueba PCR.
Los responsables de Trillas Platja Tamarit explican que estos análisis se realizan por la mañana y que, antes de que concluya el día, ya se dispone de los resultados. Hasta conocer si es positivo o negativo, el campista debe esperar confinado dentro de su lugar de alojamiento.
«La prueba PCR se hace siempre y cuando el cliente haya superado el test previo y ya en el propio camping. Mientras el cliente no tiene los resultados, debe quedarse en su alojamiento y no puede ir a las zonas comunes. En el mismo día ya tenemos el resultado. Ese era uno de los retos. La idea es hacer las pruebas a primera hora de la mañana, entre las ocho y las nueve, y tener los resultados no más allá de las seis de la tarde», comenta el portavoz del camping que atendió a TUR 43 acerca de una iniciativa para la que este alojamiento ha contado con la colaboración de la Fundación para la Lucha contra el Sida.
En caso de que la prueba PCR sea negativa, el cliente puede proseguir con sus planes vacacionales. Si, por el contrario, se detecta la presencia del temido coronavirus, el laboratorio pondrá los resultados en conocimiento de las autoridades sanitarias, que decidirán si el campista debe ser derivado a un centro hospitalario o permanecer confinado en el propio camping.