8 septiembre, 2021
El director del Izki Golf Club de Álava, el campo que va a acoger la primera prueba clasificatoria del I Circuito de Golf TUR 43, señala cómo la práctica de este deporte puede ayudar a atraer visitantes a la España Verde. “La estrategia de nuestro campo pasa por vincularnos al turismo de naturaleza”, destaca Jon Ander Sánchez.
-¿Cuáles son las principales magnitudes básicas del campo Izki de Urturi?
-El Izki Golf Club se fundó en 1994. Nuestro campo tiene 18 hoyos que se reparten por 94 hectáreas. Actualmente, contamos con 370 abonados y recibimos unos 5.000 turistas al año, de los que el 20% procede del ámbito internacional.
-¿Entre los turistas internacionales hay alguna nacionalidad que destaque?
-Fundamentalmente, Francia y Reino Unido.
-¿Qué prestaciones diferenciales ofrecen en relación a otros clubs de golf?
-Uno de nuestros elementos diferenciadores es que somos un campo que diseñó el inolvidable Severiano Ballesteros y también destacamos por nuestro buen mantenimiento.
“Creamos un producto bastante exclusivo que es el bautismo de golf, que pocos campos tienen”
-¿A qué se refiere exactamente con buen mantenimiento?
-Sin entrar a comentar frecuencias de siegas o esos temas, sí que ponemos en valor el hecho de estar en un entorno natural, junto al Parque Natural de Izki, y con un mantenimiento top como para acoger pruebas del circuito europeo.
-¿Cuántos torneos acogen anualmente?
-Diría que unos 30 torneos al año. Generalmente nacionales, pero en los tres últimos años antes de la Covid-19 (2017-2018 y 2019) acogimos el Challenge de España, que es como la segunda división del circuito europeo.
-¿Qué estrategias han perfilado para conseguir nuevos socios y visitantes?
-Lo primero que hay que decir es que somos un campo abierto a todo el mundo, no somos un club social. Por lo tanto, tiene el mismo poder el abonado a las instalaciones como uno que viene a pasar un día. Nuestra estrategia, tanto a nivel nacional como internacional, pasa por vincularnos con el turismo de naturaleza, ya que estamos en el entorno de un Parque Natural, así como también con el vino de La Rioja Alavesa, ya que estamos justo al lado de esta zona productora. Intentamos hacer una puesta en valor combinada con potenciales visitas a bodegas de la zona, lo que sin duda resulta atractivo para muchos visitantes.
-¿Creen que el golf como práctica deportiva ayuda a favorecer y atraer turistas a los diferentes puntos que albergan competiciones?
-Sí, sin duda. Nosotros intentamos acoger circuitos nacionales, como este de TUR 43. A lo largo del año, de los 30 torneos que tenemos al año, más o menos seis suelen ser circuitos nacionales, porque no queremos limitarnos sólo a la gente local, queremos atraer a gente de todo el Estado.
“Para nosotros es un orgullo pertenecer a este circuito, porque no todos los campos pueden estar”
-¿Y cómo les ha afectado el estallido y devenir de la pandemia?
-Nos afectó los 69 días que nos obligó el Gobierno de España a cerrar las instalaciones, entre el 14 de marzo y el 20 de mayo de 2020. Después ha sido un boom, se ha notado que la gente buscaba prácticas deportivas y nuevas actividades que se pudieran realizar al aire libre. Nosotros hemos notado tanto un boom en la escuela como en el número de visitantes nacionales que querían salir de sus casas y sus ciudades para jugar al golf.
-Ahora que menciona la escuela, ¿cuántos alumnos tienen?
-Tenemos 45 alumnos en la escuela infantil y unos 120 adultos. La escuela infantil tiene dos trimestres al año, desde marzo a junio y desde septiembre a noviembre, mientras que la escuela de adultos se realiza con clases particulares.
-¿Y cómo funciona?
-Lo más destacable de la escuela es que nosotros lo que queríamos hace cuatro años era fomentar el golf y dar acceso a toda la población que no tenía conocimiento de esta práctica deportiva y creamos un producto bastante exclusivo que es el bautismo de golf, que pocos campos tienen: acogemos a cualquier persona que no haya cogido un palo de golf nunca y le proponemos una experiencia de 90 minutos donde le enseñamos a coger el palo, hacer el movimiento, pegar unas bolas, pateamos un poco (que es meter la bola en el hoyo) y luego les damos una vuelta en cochecito por el campo para que conozcan este deporte.
“Recibimos unos 5.000 turistas al año”
-¿Qué supone para el Izki Golf Club acoger el I Circuito de Golf TUR 43 y cómo valoran el proyecto?
-Valoramos muy bien esta iniciativa porque, primero, nos pone en el mapa en un circuito importante y, segundo, potencia la zona de la España verde, que turísticamente aún está sin explotar. Para nosotros es un orgullo pertenecer a este circuito, porque no todos los campos pueden estar. Entiendo que el director técnico habrá valorado las especificidades de nuestro campo para que la prueba se celebre aquí. Nosotros lo que queremos es hacer ruido y que la gente nos conozca. Este circuito puede servir para que en el resto de España se vea que en el norte también se juega al golf.