7 noviembre, 2018
Las casas rurales de Asturias y Galicia brillan con luz propia durante los meses de verano. El buen tiempo invita a que turistas de toda España se desplacen hasta estas comunidades para poder disfrutar de su naturaleza y de su riqueza gastronómico. Pero la situación da un giro de 180 grados con la llegada de la tormenta perfecta del invierno. Las malas condiciones meteorológicas, el transporte y la falta de profesionales relegan a estas comunidades a las posiciones de cola del país durante temporada baja.
“Asturias y Galicia presentan una estacionalidad más brusca que otras comunidades”, sentencia Empar Baños, responsable de prensa de Escapadarural.com. No en vano, los alojamientos rurales de estas comunidades pasan de unos niveles de ocupación del 58,8% y 50,3% en agosto (muy por encima de una media estatal del 42%) a apenas un 35% el pasado Puente de Todos los Santos. Unos porcentajes que incluso llegan a situarse por debajo del 10% en meses como enero o febrero. “Es una cuestión fundamentalmente de meteorología”, señala Baños.
Y es que el mal tiempo provoca que las casas rurales pierdan enteros como opción turística en toda España, una situación que se agrava en las comunidades del norte. Solo Canarias, con su clima tropical, logra romper esta dinámica. Sus casas rurales registran sus picos de ocupación precisamente en lo que en la península es temporada baja. Fue en febrero cuando alcanzó su mayor ocupación del año, al dar salida en el mercado al 43,1% de sus plazas. En agosto, por el contrario, fueron solo el 35,6%, según los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE).
Además del clima, el fin de la campaña estival pasa factura por otra vía. Agotados los días de vacaciones, los turistas aprovechan puentes o fines de semana para viajar. Y para estos viajes de corta duración, el transporte es un hándicap. “Normalmente Asturias recibe durante el invierno a turistas de comunidades cercanas donde el clima no es un impedimento y las distancias son más cortas, pero no son suficientes para que el nivel de ocupación sea mayor”, explica José María Salinas, responsable de comunicación de Tuscasasrurales.com. La llegada de estos visitantes no permite compensar la caída de sus principales mercados. “Los madrileños son los principales clientes de los alojamientos rurales de Asturias, por lo que la distancia es uno de los principales impedimentos durante el resto del año. Cuando van a Asturias es para estancias más largas”, recalca.
Los alojamientos rurales enfilan su quinto año consecutivo de crecimiento en número de visitantes. Este año lideran los avances sobre hoteles y apartamentos turísticos tras incrementar un 3,9% la llegada de turistas en los nueve primeros meses del año. Sin embargo, Galicia y Asturias se descuelgan de esta dinámica. Tras crecer con fuerza en los últimos años, la primera registra un descenso del 1,1% y la segunda, del 1%.
Una de las principales asignaturas pendientes que tienen estos establecimientos en Galicia para consolidar su senda de crecimiento es la profesionalización. La mayor parte de los propietarios de casas rurales no tiene una dedicación exclusiva. Según el Observatorio de Turismo Rural que elabora escapadarural.com, el 54% de los dueños de estos establecimientos en Galicia dedica menos de tres horas diarias a la gestión del negocio.