27 noviembre, 2020
El gallego Antonio Soto dirige la empresa de autobuses Transvialia y, pocos meses antes de la pandemia, puso en marcha una agencia de viajes para promocionar los muchos recursos naturales y culturales que atesora su comunidad autónoma. Destino Galicia, que así se llama la agencia, vio frenada su exitosa progresión con la irrupción de la Covid-19, pero la gran acogida que tuvieron algunas de las rutas y excursiones que tuvo tiempo a organizar hacen que su impulsor mantenga el optimismo.
«Quería montar algo para promocionar el turismo en Galicia y, justo antes de la pandemia, el año pasado, empezamos con los trámites. Vamos a tener la oficina en Sada (A Coruña), pero como nos cogió todo lo de la pandemia, hasta ahora sólo hemos funcionado online. Pudimos hacer una serie de viajes que funcionaron muy bien y eso es algo que nos anima a continuar», apunta este emprendedor, que dice llevar 25 años trabajando, de una u otra forma, para el sector turístico.
Una excursión nocturna a la cascada de O Ézaro, una ruta combinada en tren y catamarán por la Ribeira Sacra y una visita a Vigo para ver las famosas luces navideñas de la ciudad, con recibimiento del alcalde Abel Caballero incluído, son algunas de las propuestas que Destino Galicia pudo hacer realidad en sus primeros meses de vida.
«La excursión Ézaro Nocturno fue un éxito. Se nos ocurrió porque queríamos hacer algo diferente. Los autocares salían al atardecer del entorno de A Coruña y de los municipios de Sada y Oleiros. De camino, hacíamos una parada para comer un poco de empanada y beber vino Viña Costeira. Sobre las 00.30 o la 1.00 horas, emprendíamos el viaje de regreso, después de haber disfrutado de ese magnífico paisaje», relata Soto.
Sobre el viaje navideño a Vigo, el empresario recuerda hasta qué punto se desbordaron las previsiones. «Teníamos programado ir con un sólo autocar y, al final, tuvimos que llevar seis: tres desde A Coruña y tres desde Ferrol», comenta.
El dueño de la agencia Destino Galicia recalca que las experiencias turísticas que oferta su empresa están dirigidas tanto a los gallegos como a los foráneos que se encuentren en la comunidad autónoma y deseen complementar su viaje con alguna de ellas.
«Hubo gallegos y también mucha gente de fuera que en verano, en los meses de julio y agosto, está en Galicia. Además, al ser mayoristas, podemos organizar viajes combinados con avión», expone Soto, que añade que los autocares de su empresa tienen en la recogida de los pasajeros que llegan a los aeropuertos uno de sus servicios habituales.
Entre los productos que Destino Galicia planea ofrecer después de la pandemia, una vez finalicen las restricciones y los cierres perimetrales, está uno, llamado Circuito Siente Galicia, que tiene como objetivo traer a tierras gallegas a turistas procedentes de Madrid y de Castilla y León.
«Habrá salidas desde Madrid, con paradas en Castilla y León para recoger a más gente. Una vez en Galicia, la base de operaciones será el hotel Alda de Sada, desde donde partirán excursiones a las Rías Baixas, a las Rías Altas, a Santiago… Hay demanda de ese tipo de turismo. A la gente le gusta», afirma convencido.
«Esto fue un batacazo total. Nuestros autobuses estuvieron seis meses parados y la agencia está también parada. Después del confinamiento, organizamos un viaje a la Ribeira Sacra y tuvimos que cancelarlo porque empezaron los cierres perimetrales y las limitaciones a las reuniones sociales. Le devolvimos todo el dinero a la gente», comenta el impulsor de Destino Galicia.
Antonio Soto cuenta que fue él mismo quien, por cuestiones de honradez y de imagen, quiso ahorrarles molestias a sus clientes y devolver el dinero íntegro y de forma inmediata. «Devolvimos el importe íntegro. Preferimos eso que un bono para guardar para otro viaje. Creo que es una manera de fidelizar y de ser honestos», apunta.
Pese a las dificultades, Soto está seguro de que su iniciativa es viable y de que la gente mantiene intactas sus ganas de viajar y de disfrutar de experiencias como las que ofrece su agencia. «La gente quiere viajar y espera la vacuna. Además, el turismo vinculado a la naturaleza es el que sube y de eso aquí en Galicia tenemos mucho», analiza el empresario, que añade que el interés mostrado por la gente joven por excursiones como la de Ézaro Nocturno le sorprendió muy gratamente.
«Lo vendimos por internet y, pese a que los viajes en autobús están muy asociados a la gente mayor, había personas de todos los perfiles y muchos más jóvenes de los que esperábamos», destaca.
«Viajar en autobús es seguro y las estadísticas así lo demuestran». Con esta contundencia se pronuncia Antonio Soto sobre las garantías frente a la Covid-19 que ofrecen los vehículos con los que opera su otra línea de negocio, la de Transvialia y el transporte en autocar.
Pese a que los autobuses de transporte discrecional, a diferencia de los de las líneas urbanas donde algunos pasajeros van de pie, pueden actualmente funcionar al 100% de su ocupación, Transvialia ha decidido seguir manteniendo restricciones en el aforo. «Estimamos que, para dar seguridad al viajero, no debemos llenar el autobús», comenta Soto.
Un dispensador de gel hidroalcohólico en las puertas de cada autocar, conductores que supervisan que los pasajeros se laven las manos al subir y al bajar, obligatoriedad de llevar mascarilla y una limpieza a conciencia antes y después de cada viaje completan la lista de medidas para blindar los buses de Transvialia frente al coronavirus.
«Los autocares tienen un sistema de renovación de aires con filtros y la limpieza se lleva muy a rajatabla. También llevamos mascarillas, por si a algún pasajero se le olvida», asegura el dueño de la empresa.