24 agosto, 2021
Descubrir los sabores que disfrutaron los grandes cazadores de la Edad del Hielo será posible gracias a la cena prehistórica programada por el Parador de Turismo de Ciudad Rodrigo (Salamanca) para el próximo sábado (28 de agosto). El establecimiento salmantino ha organizado una original experiencia arqueológica y paleo-culinaria que permitirá acercar a los comensales a la dieta humana y a la forma de cocinar los alimentos de hace 20.000 años.
Bajo el título El menú de Siega Verde, esta cena prehistórica única pretende divulgar el yacimiento arqueológico que lleva ese mismo nombre, situado a unos 15 minutos del Parador. La zona constituye un magnífico paisaje en el que, sobre las rocas de pizarra, ubicadas junto al río Águeda, se abre una de las mayores galerías de arte rupestre al aire libre de toda Europa: el Conjunto de Arte Paleolítico de Siega Verde, declarado Patrimonio Mundial en 2010. Un paraje que, al igual que enclaves como Lascaux, Altamira, Tito Bustillo o el Vale do Côa, acogió en el Paleolítico Superior a representantes del homo sapiens que dejaron inmortalizadas para siempre sus huellas en forma de animales y signos abstractos.
A partir de los datos científicos obtenidos en los últimos años en las excavaciones, el menú, en sus ingredientes esenciales, se ajusta perfectamente, con las lógicas adaptaciones a los paladares contemporáneos, a lo que pudieron comer los cazadores y recolectores que moraron en Siega Verde en aquel fascinante periodo en el que ya dominaban el fuego.
Para abrir boca, los comensales comerán trucha de río al humo con romero y champiñón natural laminado aderezado con escamas de sal y tomillo. A continuación, se servirá codorniz macerada con hierbas y acompañada con frutos rojos. Como plato principal, llegará a la mesa un lomo de ciervo asado con aromáticas, castañas, crema de manzana y menta. Como postre, se servirá una divertida propuesta a base de nueces caramelizadas con miel y una tisana de hierbas, ya que en aquella época era habitual la preparación de infusiones en bolsas de cuero rellenas de agua y cantos rodados calentados al fuego.
La cena paleolítica, que tendrá como escenario los jardines del Parador, se acompañará con pan ácimo y, como bebidas, con agua natural y jugo de arándanos y moras, pues el consumo de vino no está documentado hasta finales del Neolítico.
El Parador mirobrigense ha contado, para desarrollar este atractivo y exclusivo proyecto, con el asesoramiento de Ramón Montes Barquín, doctor en Prehistoria y coordinador técnico del Itinerario Cultural del Consejo de Europeo Caminos de Arte Rupestre Prehistórico. El experto, el mismo día de la cena y antes de que esta comience, impartirá una charla-taller en el salón imperial del Parador.
Para disfrutar de esta experiencia se ha fijado un precio de 40 euros por persona, impuestos incluidos. Las plazas son limitadas y es necesario realizar reserva previa a través del correo electrónico [email protected] o del teléfono 923 46 01 10.