23 agosto, 2021
El cóctel entre el éxito del autocaravanismo como forma de hacer turismo, el deseo de buena parte de la población nacional de huir de las altas temperaturas registradas en el sur y en el centro del país y el interés por buscar destinos alejados de la masificación ha propiciado una oleada de autocaravanas nunca antes vista en las comunidades autónomas de la llamada España Verde.
De lo que supone esta oleada de autocaravanas saben mucho los vecinos de Llanes, una localidad asturiana que registra una gran afluencia de este tipo de vehículos. En este municipio, en la playa de Andrín ocurrió uno de los sucesos más sorprendentes vinculados al autocaravanismo de lo que va de verano, al estacionar su vehículo en pleno arenal una familia de franceses a los que, supuestamente, guió el GPS hasta ese lugar tan poco adecuado para ubicarse. Un vecino rescató la autocaravana de la playa con la ayuda de su tractor.
La Asociación de Empresarios de la Industria del Caravaning (Aseicar) había alertado de que la ausencia de espacios para el estacionamiento provocaría aglomeraciones de autocaravanas y que ese problema sería especialmente acuciado en los municipios costeros. Aunque los turistas franceses digan la verdad y su estacionamiento en el arenal estuviera motivado por una instrucción errónea del GPS, lo cierto es que el suceso ocurrió pocos días después de que el Ayuntamiento de Llanes tomara la decisión de cerrar un aparcamiento con 60 plazas ante “el comportamiento incívico de algunos autocaravanistas que orinan, defecan y vierten sus residuos cerca de los vehículos”.
Hasta 2.000 áreas de estacionamiento más de las que existen harían falta para que España pudiera soportar, siempre según las estimaciones de Aseicar, la demanda de autocaravanistas durante este verano. “España es un país turístico de primer orden que no puede permitirse el lujo de restarle importancia a esta nueva forma de viaje y ocio que representa el turismo itinerante. Debemos darle al caravaning el mismo valor que le dan en países de primer orden como Francia y Alemania”, había manifestado el representante de Aseicar, José Manuel Jurado.
La falta de normativa o las diferencias entre las comunidades autónomas tampoco ayudan a que España sea un país propicio para dar servicio al turismo de autocaravanas. “Ni siquiera las distintas comunidades autónomas tienen normas en común. Tampoco hay un criterio común en todas sobre términos como estacionar, pernoctar y acampar. Miles de autocaravanistas se tienen que ir informando, por sus medios, de las diferentes reglamentaciones que tiene en cada momento una comunidad autónoma u otra, cada provincia e incluso, en muchos casos, cada municipio, con el caos y la confusión que esto genera”, lamentan desde Aseicar.