7 mayo, 2020
La coordinación será fundamental para que los guías turísticos puedan retomar su actividad profesional. El protocolo que ha lanzado el Instituto para la Calidad Turística Española (ICTE), realizado en colaboración con Cefapit, la asociación que aglutina a estos profesionales, incluye estrictas medidas para garantizar la seguridad durante las visitas y recorridos. Entre otras cosas, estos profesionales se encargarán de evitar cruzarse en sus visitas y controlarán el aforo en museos, iglesias y otros lugares de interés donde estas se desarollen.
El borrador, que debe recibir luz verde del Ministerio de Sanidad, incluye otras medidas, como la desinfección después de cada uso de los instrumentos que puedan compartir estos profesionales, como walkies, teléfonos o los famosos paraguas que portan estos profesionales.
Además, el documento establece que el guía de turismo deberá solicitar a los proveedores con los que quiera contratar un servicio, como alojamientos, restaurantes, autocares, museos, monumentos o centros de visitantes, los protocolos que se apliquen en cada uno de ellos para cumplir con las medidas higiénico sanitarias y evitar el contagio por Covid-19. Si esto no fuera posible, se solicitará, al menos, a aquellos con los que más se trabaja.
Sin duda, los grupos serán más limitados, de forma que pueda garantizarse la distancia de seguridad y se pueda cumplir con la normativa de aforos en los lugares que incluya la visita. Además, el documento establece que los recorridos deben ser de sentido único, de manera que se eviten cruces en ciudades pequeñas y cascos históricos. Además, será fundamental evitar zonas susceptibles de concentrar aglomeraciones y evitar los espacios reducidos, como ermitas pequeñas o museos con aforo muy limitado.
Ya no será habitual ver un gran grupo de turistas escuchando la explicación del profesional en un lugar cerrado. De hecho, el protocolo establece que las paradas deben realizarse en espacios abiertos o, al menos, amplios, de forma que se garantice el cumplimiento de la distancia de seguridad.
Además de coordinarse entre ellos, los guías tendrán el reto de que la colaboración con sus proveedores garantice el cumplimiento de las medidas de seguridad. En este sentido, se encargarán también de gestionar la entrada a los museos, monumentos y hoteles de forma escalonada, para poder cumplir las medidas que se apliquen en cada uno de estos espacios.
Por otra parte, si la visita incluye servicio de transporte en autobús o similar, este se realizará de acuerdo a la normativa vigente en cada momento: espacio entre clientes, distancia de seguridad con el conductor, etc. También se recomienda que los guías prioricen la contratación de proveedores de servicios que hayan puesto en marcha protocolos de prevención frente al Covid-19.
Los turistas que contraten una visita recibirán, además del presupuesto, un documento aclaratorio de las medidas de prevención que se tomarán en materia de higiene y seguridad durante el desarrollo del servicio, preferentemente en el idioma materno del cliente, o, en su defecto, en inglés. Estas medidas de seguridad se comunicarán también al inicio de cada visita, donde se recordará a los turistas la importancia de respetar las distancias de seguridad, no tocar superficies o el uso de mascarilla.
En lo que tiene que ver con los materiales que se proporcionan en las visitas, como las radioguías, estas deben estar debidamente desinfectadas o ser de un solo uso. También se pueden considerar alternativas, como aplicaciones que funcionen con el móvil del turista. Durante las visitas tampoco se darán mapas y folletos, al menos como norma general, ya que, si esto no es posible, deben estar plastificados y ser de fácil limpieza y desinfección.
Además, a la hora de pagar se evitará el uso de dinero en efectivo y se priorizará el de la tarjeta u otros medios electrónicos y el pago previo por página web.
Por otra parte, el protocolo encargado por la Secretaría de Estado de Turismo al ICTE para estos profesionales incluye la necesidad de poner en marcha un plan de contingencia que incluya todas las medidas de seguridad que se aplicarán durante las visitas. También tendrá que reflejar, entre otras cuestiones, las medidas adicionales que se vayan a adoptar en caso de que se observe un cliente con sintomatología compatible con Covid-19 y la asignación de recursos materiales, incluida la determinación del uso de Equipos de Protección Individual (EPIS) atendiendo a las necesidades derivadas del análisis previo.