30 junio, 2020
«Es otra faena». Con esta sencilla frase expresa el presidente de la Asociación Corporativa de Agencias de Viajes Especializadas (ACAVe), Martí Sarrate, el golpe que supone para el sector al que representa la prohibición indefinida de la llegada de cruceros a los puertos españoles y es que el parón en este tipo de turismo tiene especial incidencia sobre las agencias, a las que corresponden el 95% de las ventas de los pasajes en los grandes buques de recreo que se realizan en España.
«El mercado de los cruceros es muy importante para las agencias y, además, había crecido mucho en los últimos años porque el producto se había socializado», comenta Sarrate, que lamenta que «la temporada de 2020 en el Mediterráneo está prácticamente perdida».
La prohibición sine die a la llegada de cruceros a las costas españolas también ha causado decepción en la Confederación Española de Agencias de Viajes (CEAV). Su presidente, Carlos Garrido, cuenta a TUR 43 que la decisión supone un nuevo obstáculo para la recuperación de unos negocios que subsisten a duras penas tras haber sufrido los devastadores efectos de la crisis del coronavirus.
«Es una muy mala noticia porque el de los cruceros es un producto que se vende bastante en las agencias de viajes. La prohibición de que lleguen cruceros limita mucho nuestra capacidad para recuperar las ventas», apunta Garrido.
La prohibición indefinida del tráfico de cruceros en los puertos españoles no ha cogido por sorpresa a las navieras. La Asociación Internacional de Líneas de Crucero (CLIA) recuerda que cuando, al inicio de la pandemia y poco antes de la declaración del estado de alarma en España, se prohibió la entrada de los barcos, la mayoría de los buques ya no navegaban.
«Nosotros no estamos sorprendidos, porque el sector de los cruceros se encuentra ahora mismo en una parada voluntaria. De hecho, fuimos nosotros los que, cuando se inició la pandemia y se perdió un poco el control de los diferentes destinos, optamos por parar los barcos, porque consideramos que no era seguro navegar en esas circunstancias», relata el director de CLIA en España, Alfredo Serrano.
Las principales compañías, pese a que no hay una fecha marcada para que sus buques vuelvan a atracar en los puertos españoles, tienen la esperanza de que el tráfico se retome antes de que finalice el verano, aunque recuerdan que, para ello, deben concluir las negociaciones en marcha que mantienen las propias navieras y el Gobierno.
«Estamos muy alineados con los gobiernos de los distintos países, pero las conversaciones aún no han finalizado. La fecha de la recuperación dependerá de lo que tardemos en marcar las pautas a seguir para garantizar una experiencia segura. Si eso se produce pronto, podrá haber cruceros este verano, aunque, al principio, serán muy pocos», expone Serrano.