6 julio, 2020
Balcón solariego, bodega, jardín, palomar, son algunos de los atributos de la Abadía de Eiras, construida poco antes de 1818 y convertida en casa rural en 2006, cuyos servicios han merecido el distintivo de Galicia Calidade. Este establecimiento turístico se encuentra a orillas del río Miño, en un entorno privilegiado de la parroquia de San Bartolomé de Eiras, en O Rosal (Pontevedra), tierra de viñedos y grandes vinos blancos. Y es que a pocos kilómetros de allí se encuentran bodegas de renombre, como Terras Gauda.
Ángel Martínez Lomba es la cara visible de un negocio que nació en el año 2003, cuando él y su familia decidieron dar forma a la que fue la casa del abad y, posteriormente, un centro social para los vecinos de la parroquia de San Bartolomé de Eiras. Así, tras tres años de trabajo en la rehabilitación de la estructura y los elementos propios de un pazo gallego, abrió sus puertas la casa rural Abadía de Eiras un establecimiento que cuenta con el sello Galicia Calidade.
-¿Cuál es la historia de la Abadía de Eiras?
-Nosotros cogimos la casa rural en el año 2003 y estuvimos tres años ejecutando obras. La vimos, estaba poco valorada y nos gustó la idea de poder explotarla. Entonces nos metimos en ella, la reformamos toda y empezamos a ver lo que queríamos hacer porque, aunque yo estoy al frente, es un negocio familiar y tenemos otro de hostelería.
– La construcción es de 1818. ¿Cómo estaba la casa cuándo decidieron poner en marcha el proyecto?
-Se construyó como una casa para el abad y no se usó demasiado, después quedó bastante tiempo abandonada y lo último que supimos fue se utilizó como la casa cultural del pueblo, pero se hicieron unos pequeños arreglos y quedó abandonada otra vez.
-Se encuentra a orillas del río Miño, en un entorno único…
– El entorno es una maravilla porque estamos en la zona del río Miño, con el paseo y muy cerca de la playa fluvial de Eiras y todo rodeado de viñedos, con el pequeño monte de la Magdalena. Es un lugar muy tranquilo y muy bonito.
El entorno es una maravilla porque estamos en la zona del río Miño, con el paseo y muy cerca de la playa fluvial de Eiras y todo rodeado de viñedos
-¿Qué supone para su establecimiento contar con el sello de Galicia Calidade?
-Lo que buscamos es mejorar en el día a día y dar el producto de la máxima calidad posible dentro de nuestras posibilidades. Por eso formamos parte del sello Galicia Calidade desde hace tres años, porque queremos que nos aporte un plus de calidad y de garantía al cliente, que tenga la certeza de que nosotros intentamos hacer las cosas lo mejor posible.
-En este momento es precisamente lo que busca la gente: tranquilidad y lugares poco masificados. ¿Creen que esto puede ser una oportunidad?
-Uno de nuestros puntos fuertes, como ocurre en otros destinos de Galicia, es que ofrecemos tranquilidad en un entorno privilegiado y alejado de la masificación. Además de la amabilidad que uno pueda poner en su negocio, en nuestro alojamiento aportamos esa diferencia: tranquilidad en un entorno limpio, rodeado de naturaleza, en el que puedes pasear cerca del río del río, dar un paseo por la montaña y perderte entre los viñedos cercanos…. Yo creo que ese es el plus que podemos ofrecer frente a otros destinos.
En nuestro alojamiento aportamos esa diferencia: tranquilidad en un entorno limpio, rodeado de naturaleza
-Y también ofrecen actividades de turismo activo. ¿No?
-Queremos que la gente aproveche todo lo que tenemos en el entorno, que es mucho. O Rosal es un sitio donde tenemos unos grandes vinos blancos y hay muchos viñedos, así que apostamos por el enoturismo. Además, tenemos el río Miño que ofrece diferentes actividades para poder hacer y un montón de rutas de senderismo en las que se pueden visitar petroglifos… Lo que buscamos es potenciar lo que hay en el entorno, que es de muy buena calidad y que al turista le viene bien porque puede conocer la historia que nos rodea, no solo estar dentro de un alojamiento. Tenemos mucho que ver y muy variado alrededor.
-En relación con el enoturismo, ¿trabajan con alguna bodega en concreto?
-Trabajamos con casi todas las bodegas de la zona para que la gente pueda visitarlas y, aunque tenemos más proximidad con Terras Gauda, Quinta Couselo, Valmiñor, pero intentamos que los clientes puedan conocer las que quieran. Es cierto que algunas lo tienen más profesionalizado y para nosotros es más fácil.
-¿Qué actividades de turismo activo ofrecéis?
-Ofrecemos kayak en el río Miño, alquiler de bicicletas… Estamos en contacto con las de la zona para poder ofrecer el máximo número de actividades a nuestros clientes.
Estamos en contacto con las de la zona para poder ofrecer el máximo número de actividades a nuestros clientes
-¿Ayudan todas estas actividades a desestacionalizar la actividad?
-La mayor parte de las reservas son en verano, aunque en determinadas temporadas tenemos grupos de turistas pero, sobre todo, trabajamos en Semana Santa y verano. Al estar en la zona norte y en medio del Camino Portugués y el de la Costa, pero no en una ruta concreta, es más complicado que los turistas nos visiten en otras épocas del año.
-¿Qué capacidad tienen instalaciones?
-Tememos diez habitaciones, ocho dobles y dos individuales, así que capacidad para 18 personas, hasta 20 con camas supletorias. La estructura de la casa es la original, no dejan tocar nada de la piedra que, aunque estuviera abandonada, estaba bien conservada, así que hicimos una limpieza en profundidad de esa estructura, pero tiene todos los elementos originales: su lareira antigua, el horno de barro…
-¿Cómo van las reservas para este verano y cómo afrontan los próximos meses?
-La verdad es que con mucha incertidumbre, como todo el mundo. Lo vemos complejo, se está acortando más la temporada y las reservas están mucho más centralizadas en agosto, ¡y gracias que vamos a poder trabajar!, pero sí tenemos cierta preocupación porque este año ha sido muy complicado. Nosotros abrimos la casa en el 2006, vivimos la crisis anterior y ahora que parece que podríamos levantar un poco la cabeza nos viene este año un poco perdido.
Se está acortando más la temporada y las reservas están mucho más centralizadas en agosto
-Las reservas son fundamentalmente de personas de otras comunidades, ¿no?
-La gran mayoría vienen del centro del España, Madrid y alrededores es lo que más tenemos. También de la zona de Valencia, Andalucía… La gran mayoría son de fuera de la Comunidad Autónoma de Galicia.
-¿Puede ser el Xacobeo 2021 una oportunidad para dar un impulso importante al negocio?
-Yo creo que sí, aunque todo va a depender un poco de lo que nos venga después de verano. Con todas las noticias que vemos no sabemos que va a pasar después. Si se soluciona todo, entendemos que habrá un impulso importante con el Xacobeo 2021 y, si no es así, será un año un poco difícil para el turismo y para todo en general. La verdad es que teníamos bastante confianza tanto en el 2020 como en el 2021 porque, aunque el Xacobeo es el año que viene, también se iba a mover bastante gente este año por el Camino de Santiago y, de momento, está un poco perdido. Veremos como viene el 2021, pero los pronósticos eran bastante buenos.
Si se soluciona todo, entendemos que habrá un impulso importante con el Xacobeo 2021 y, si no es así, será un año un poco difícil para el turismo
-¿Cómo se han adaptado a los protocolos?
-Lo que hicimos fue simplificar mucho más. Nosotros teníamos nuestras puertas abiertas, sobre todo en el servicio de comidas para clientes externos, y este año decidimos quedarnos solo con los huéspedes de la casa rural, no masificar mucho. Vamos ser menos, pero vamos a intentar hacerlo mejor. Además de simplificar esa parte de la oferta gastronómica y no abrirlo a los clientes que no estén alojados, hemos tomado las medidas de higiene y sanitarias, las que todo el mundo conoce.
Este año decidimos quedarnos solo con los huéspedes de la casa rural, no masificar mucho.
-¿Cuál es la apuesta gastronómica de Abadía de Eiras? También ofrecen banquetes para eventos.
-Los banquetes siempre los hacemos fuera de temporada y en el momento en el que hacemos algún evento de este tipo, reservamos toda la casa para eso. El enfoque del restaurante es lo local, los productos buenos, 100% gallegos y con los que podemos mostrar un poco nuestra gastronomía. En función de la temporada ofrecernos diferentes opciones, pero dando protagonismo siempre al producto local.