14 enero, 2020
MARÍA EIMIL /
Marquistas, clásicos, fardones, a medida o diseño son las cinco modalidades de turistas de lujo que ha identificado la consultora multinacional española Braintrust en la industria turística, entendiendo a los viajeros de lujo como aquellos españoles que cuentan con una renta superior a los 100.000 euros.
Según el Barómetro Turístico Premium de Braintrust, la edad, el nivel de estudios, la percepción de lujo o el uso que hacen de la tecnología influyen en los diferentes perfiles de viajeros luxury, tanto en la selección de sus viajes como en la forma de consumirlos.
“El segmento luxury, o lifestyle, es uno de los más codiciados por las empresas de cualquier sector, tanto por su capacidad de compra como por su potencial para generar y anticipar distintas tendencias”, señala el responsable de turismo y ocio y co-director del Barómetro Turístico, Ángel García Brutagueño, y es que los turistas luxury realizaron una media de 4,3 viajes con estancias superiores a 10 días durante 2019, por lo que son un segmento muy a tener en cuenta por la industria turística. ¿Qué busca cada uno de ellos y cómo fidelizarlos? Braintrust apunta lo que deben saber las empresas turísticas para personalizar su propuesta de valor, si quieren acceder a este nicho de mercado.
El 22% de los turistas de lujo son marquistas, viajeros que cuentan con una formación universitaria de grado superior, muchos de ellos son empresarios y altos directivos con tendencia al estilo de vida sano. Este tipo de turistas realizan 4,8 viajes al año y gastan más de 3.500 euros en cada uno. Según Braintrust, combinan tanto los viajes nacionales como los internacionales, suelen contratar servicios sueltos y eligen hoteles urbanos o apartamentos turísticos para alojarse. Viajan en familia o con su pareja. En sus decisiones se dejan influir por la importancia de la marca y por el trato exclusivo y personalizado. Además, su uso de las redes sociales se limita a la consulta de opiniones, ya que el recelo que sienten por su vida privada los lleva a no compartir su día a día en éstas.
Otra de las modalidades de viajero de lujo que distingue el barómetro de Braintrust es el clasico, que representa un 18% del mercado. Este turista suele ser una persona con estudios de nivel medio, profesionales liberales o ya jubilados. Se trata de un viajero de gustos fijos y perfil poco tecnológico y suele viajar a destinos nacionales, tanto de interior como de costa. El medio de transporte más frecuente es el automóvil, aunque cuando decide salir, viaja en avión. Su gasto medio por viaje es de 2.654 euros y prefieren el trato personal en lugar de las compras por internet.
Un 19% de este nicho de lujo son los llamados Fardones, viajeros con un nivel de estudios inferior a la media, cuyo concepto del lujo es que sea reconocido socialmente. Se trata de viajeros menos tecnológicos, aunque usuarios de las redes sociales para consultar opiniones como para compartir su día a día. Son los turistas que menos viajes realizan y su gasto medio es de 3.122 euros. Viajan principalmente por España o al Caribe, con paquetes organizados o dinámicos en los que incluyen actividades como entradas para eventos deportivos o experiencias de salud y bienestar.
Un 21% de los viajeros de lujo son millenials con un nivel de estudios muy altos que viven en pareja pero no tienen hijo. Este tipo de turistas están concienciados con el medio ambiente y la sostenibilidad y buscan probar cosas nuevas y llenar su tiempo libre de planes. El gasto medio por viaje es superior a los 3.800 euros y la mayoría viajan en pareja o con amigos, principalmente a ciudades europeas, y motivados por conocer nuevos lugares, la cultura y la naturaleza, en este caso cuanto más lejos mejor.
El diseño y la modernidad son las claves para los viajeros de lujo de la generación Z, que representan un 20% del segmento. Sergún Braintrust son principalmente mujeres que viven con sus padres y de nivel de estudios medio-alto y sus hábitos en cuanto al estilo de vida y uso de la tecnología los asemejan al perfil anterior, salvo una gran diferencia: su alto uso de las redes sociales, tanto para consultar opiniones como para compartir su vida. El gasto medio se sitúa en 2.631 euros. Movidos por el interés de disfrutar de momentos personales, realizan sus compras a través de internet o de aplicaciones y, aunque se decantan por las marcas y les gusta que los traten de forma exclusiva y personalizada, compraran para buscar el precio más bajo.