26 mayo, 2022
Galicia tiene, en el municipio coruñés de Vilarmaior, el laberinto vegetal más grande de España. Este espacio tan singular, que lleva el nombre del mítico rey galaico Breoghán, ocupa una superficie de 6.120 metros cuadrados y cuenta con 4.000 árboles que conforman la cruz celta que hace que el conjunto sea singular no sólo por su ya de por sí impactante tamaño sino también por su estructura.
La idea y el diseño de este laberinto, que sin duda se convertirá en un potente atractivo turístico para Vilarmaior, parte de un delineante local llamado José Luis Meitín que quiso dotar a este municipio de un nuevo elemento que aludiera a los pueblos que habitaron Galicia antes de la llegada de los romanos y es que Vilarmaior cuenta con la mayor concentración de petroglifos de Galicia y, desde 2017, con una ruta creada específicamente para visitarlos.
El laberinto abrirá al público el próximo 4 de junio y mantendrá su actividad hasta el 12 de octubre. Las visitas se desarrollarán de martes a domingo, por turnos y de 11.00 a 20.30 horas. El precio de las entradas, que dejarán de despacharse a las 19.30 horas, es de 5 euros para los mayores de 12 años y de 3 euros para quienes tengan entre 7 y 12 años. Los menores de 7 años podrán acceder al recinto de forma gratuita.
Este espacio tan singular, que lleva el nombre del mítico rey galaico Breoghán, ocupa una superficie de 6.120 metros cuadrados y cuenta con 4.000 árboles
Los que entren y se pierdan por desconocer el llamado truco de la mano derecha (el que permite salir de cualquier laberinto simplemente colocando la mano derecha en la pared más cercana y no apartándola mientras se avanza) tendrán a su disposición un número de teléfono que se les facilitará a la entrada y al que podrán llamar para que los rescaten.
Fuera del laberinto hay un quiosco con terraza sombreada, donde tomar algo una vez superado el reto o antes de comenzarlo, así como una zona de merendero donde los visitantes podrán consumir los alimentos y bebidas que traigan de su casa para disfrutar de una jornada campestre.
Por si todo esto fuera poco, el laberinto queda muy cerca de la mencionada ruta de los petroglifos, un recorrido que, si bien menos laberíntico, ayudará a profundizar en la historia de pueblos prerromanos como el que lideró el héroe galaico que da nombre al laberinto de Vilarmaior.