30 julio, 2019
PABLO LÓPEZ /
Tener una edad superior a los 35 años, ser cultivados con técnicas respetuosas con el medio ambiente y vendimiados manualmente y contar con características arqueológicas o climatológicas que los diferencien son algunos de los rasgos que reúnen los 84 viñedos de la Denominación de Origen Rioja distinguidos como singulares por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación.
A los requisitos geográficos y paisajísticos exigidos a los viñedos se suman los criterios de calidad que debe cumplir el vino procedente de ellos. Así, para la concesión de la distinción de Viñedo Singular, el vino es evaluado dos veces: una inmediatamente después de su elaboración y otra justo antes de su comercialización. Es en ese último test cuando, para un fallo positivo, la mayoría de los catadores deben considerarlo como excelente.
«Se combinan requisitos cualitativos y trazabilidad geográfica, que van a enriquecer el sobresaliente elenco de vinos de ensamblaje que fundamentan la reputación de Rioja», explican desde la denominación de origen acerca de la publicación en el Boletín Oficial del Estado de la lista de Viñedos Singulares.
Hasta cincuenta propietarios fueron los encargados de presentar, a finales del año pasado, los proyectos que ahora gozan del reconocimiento. En total, los 84 viñedos seleccionados ocupan una superficie de 154 hectáreas, unas cifras que, según las previsiones de la Denominación de Origen Rioja, se incrementarán en el futuro.
El presidente del Consejo Regulador de Rioja, Fernando Salamero, ha manifestado su satisfacción por un «hito que compensa el esfuerzo del sector en los últimos años» y por unas distinciones que, según destaca, incrementan el prestigio de la denominación de origen. «Rioja sigue estando a la altura de las denominaciones más prestigiosas del mundo y demostrando su orientación al mercado y su permanente respuesta las inquietudes y expectativas de los consumidores, profesionales, prescriptores y productores», comenta.