15 abril, 2020
«Queremos trabajar pensando en el futuro, que, aún incierto, nos obliga a reinventarnos, pero, de nada sirve pensar en promocionar Asturias como destino turístico, si no va a haber hoteles, campings o casas de aldea que alojen a turistas, ni restaurantes o bares donde comer y tapear, ni museos que visitar, ni conciertos a los que acudir». Estas palabras se extraen de un comunicado firmado por tres entidades que representan al sector turístico asturiano: Otea, la asociación de hoteles y establecimientos turísticos; ARCA, la entidad que agrupa a los alojamientos rurales; y Campings de Asturias. En el documento exponen una serie de medidas que consideran necesarias para «poder mantener a las empresas vivas» y garantizar la supervivencia del sector.
Entre las medidas laborales que contemplan se encuentra la de eliminar la condición de salvaguardar el empleo en las empresas que se hayan visto en la obligación de aplicar medidas extraordinarias en el ámbito laboral. También reclaman que se mantenga el ERTE por fuerza mayor durante los seis meses siguientes a la finalización de la suspensión de actividad, de manera que los trabajadores se puedan incorporar de forma gradual.
Por otra parte, piden que se diseñen las actuaciones necesarias para que las nóminas se perciban antes del 10 de mayo y que se contemple la figura del autónomo fijo discontinuo para el acceso a las ayudas.
El documento también recoge una serie de medidas de tipo fiscal que contribuirían a proteger la liquidez de las empresas: una moratoria de seis meses (sin intereses) de las liquidaciones trimestrales del IRPF de los trabajadores reincorporados; deducciones fiscales por inversión en adaptación de locales y formación de personal y bonificación de impuestos de cara al año 2021. También piden que se mantenga el aplazamiento de todo tipo de impuestos en las condiciones aprobadas tras la declaración del estado de alarma y la supresión del impuesto de la electricidad durante el 2020.
Las asociaciones turísticas de Asturias también subrayan la necesidad de eliminar los costes estructurales, de suministros y de personal que no alcanzan los créditos ICO aprobados y que se garanticen unos ingresos mínimos para las personas que se encuentran detrás de las empresas. En este sentido, proponen una financiación especial para pymes y autónomos con un tipo de interés regulado por el Gobierno y que cuente con una dotación de 20.000 millones de euros, y nuevas líneas financieras diseñadas exclusivamente para el sector turístico.
En el apartado de medidas jurídicas incluyen, por ejemplo, una moratoria en el pago de las hipotecas, en el pago de los alquileres de locales de negocios y una bonificación por las retribuciones a las entidades de gestión de derechos de propiedad intelectual, como el SGAE. También reclaman que las subvenciones aprobadas a nivel autonómico alcancen a todos los autónomos, incluidos los societarios (que suponen aproximadamente el 30% de los autónomos totales y cuya situación actual no es mejor que la de los autónomos por cuenta propia).
Entre las medidas municipales y autonómicas, los empresarios del sector turístico asturiano reclaman que se suspendan o se reduzcan proporcionalmente algunos impuestos como el IBI, el IAE y las tasas de terrazas, recogida de basuras y suministro de agua, entre otras.
Por otra parte, al margen de que las medidas de tipo económico, fiscal y laboral, las asociaciones turísticas de la Comunidad asturiana reclaman la puesta en marcha de actuaciones para generar confianza en los clientes, tales como cursos específicos de limpieza, campañas de promoción dirigidas a transmitir seguridad y confianza a los turistas (en especial a nivel regional y nacional).
«Ahora más que nunca necesitamos que los turistas tengan facilidades para llegar a Asturias desde cualquier punto emisor» señalan en el comunicado. Por esta razón piden que se mejoren las comunicaciones a través del apoyo a la conectividad aérea, puesta en marcha de líneas de ferrys que conecten Asturias con Francia y las Islas Británicas y la supresión del peaje del Huerna, para facilitar la llegada de turistas que no procedan del norte de España.