4 noviembre, 2020
Parajes naturales incomparables, vestigios de pueblos ancestrales, una cultura marinera asentada a lo largo de los siglos y una gastronomía de primera calidad con productos de la zona. Estos son sólo algunos de los atractivos que brinda al visitante, en la provincia de A Coruña, el geodestino Barbanza Arousa, que por ofrecer un tipo de turismo alejado de la masificación aguantó el tipo durante el verano. La gerente de la mancomunidad de municipios de esta región geográfica incomparable -de la que forman parte los ayuntamientos de Ribeira, A Pobra do Caramiñal, Boiro y Rianxo- explica a TUR 43 los planes de futuro para atraer visitantes de calidad y fomentar la cultura local. Fátima Cachafeiro está convencida de que la combinación de sierra y mar, unida a la organización de actividades vinculadas a oficios tradicionales como la carpintería y el marisqueo, permitirá afrontar con garantías la crisis de la Covid-19. Cachafeiro agradece la colaboración de administraciones como la Diputación de A Coruña, fundamental a la hora de convertir proyectos en realidades.
-¿Cuáles son los principales atractivos que ofrece el geodestino Barbanza-Arousa a los turistas?
-Es un destino que representa muy bien el concepto de origen. Es un regreso al origen en todos los sentidos y lo estamos potenciando en base a la dualidad que conforman sierra y mar, con la sierra de Barbanza y con la ría de Arousa. Nuestra estrategia está basada en la gastronomía, con unos productos de un alto valor añadido y que en su mayoría nos proporciona la ría; en las tradiciones, con oficios como la carpintería de Ribeira y el marisqueo, que han forjado la forma de ser de la gente de aquí; en el Xacobeo; y en el propio origen de la humanidad, que se concreta en restos y patrimonio cultural de todas las épocas.
-¿Qué lugares recomendaría como fundamentales para el visitante?
-Recomendaría, en general, los miradores. Hay varios repartidos por la sierra desde los que se puede visualizar toda la ría de Arousa. Realmente, son impresionantes. También son muy interesantes los diferentes castros, dólmenes, grabados rupestres y demás restos de la Prehistoria. Aunque ya la mencioné en mi anterior respuesta, hay que incluir como recomendación todo lo relacionado con la carpintería de Ribeira, que es muy importante para nosotros. Los faros son otros de los puntos de interés que tenemos aquí. Finalmente, no puede faltar la gastronomía que, como comenté antes, ofrece productos de la ría de kilómetro cero y máxima calidad.
-¿Y en cuanto experiencias que permitan al turista interactuar con el entorno?
-Estamos trabajando en ello. Tenemos un proyecto para organizar unas rutas náutico-terrestres y, en ese sentido, estamos trabajando mucho en la creación del producto marinero, vinculado tanto con la navegación como con los oficios tradicionales. En A Pobra do Caramiñal, por ejemplo, hay ya talleres de marisqueo. Las empresas de ocio activo que tenemos en la zona ofrecen diferentes rutas y actividades en el mar.
-¿Qué le parecen los distintos planes que las administraciones han puesto en marcha para afrontar la crisis del coronavirus y cómo ha afectado la pandemia al geodestino?
-Nosotros, debido al coronavirus y a la necesidad de buscar un turismo menos masificado, pusimos en marcha iniciativas como Paisaxes Sonoras, que buscaba unir la cultura con zonas de alto valor natural. Organizamos pequeños conciertos, para un máximo de 50 personas, en parajes naturales. Son experiencias con muy poca afluencia de gente y respetando todas las recomendaciones. También potenciamos la gastronomía para llevar y, de hecho, para la ruta de tapas de este año que estamos preparando vamos a promocionar la tapa para llevar. Es una consecuencia más de las medidas actuales para hacer frente al coronavirus. Siempre trabajamos de la mano del empresariado porque, al final, son los agentes del destino. Nos pusimos a su disposición para ayudarles a implementar todas las medidas. Los establecimientos lo hicieron muy bien y se adaptaron muy rápido. Eso también jugó a nuestro favor y permitió que la época no fuera del todo mala.
-¿Cómo fueron los datos del verano?
-En Galicia lo que se preveía era un descenso del 50% y nosotros no nos podemos quejar. Hubo afluencia de gente y las actividades culturales que se llevaron a cabo, aunque fuera en un formato diferente, fueron un éxito. Las cosas fueron mejor de lo que se esperaba. La gente supo adaptarse bien a los cambios.
«Los establecimientos lo hicieron muy bien y se adaptaron muy rápido. Eso también jugó a nuestro favor»
-Parece que la pandemia va a consolidar un modelo turístico menos masificado y más vinculado a la naturaleza. ¿Hasta qué punto esa tendencia beneficia a Barbanza-Arousa?
-Sí. Nuestra oferta se basa en la dualidad de sierra y mar y, por tanto, está muy vinculada a la naturaleza. Tenemos muchos parajes por descubrir y eso nos permitirá redirigir los flujos y evitar grandes concentraciones. Contamos con muchos recursos y en diferentes lugares.
-¿Cómo es la oferta de alojamientos? ¿Han cerrado muchos?
-Tenemos casas rurales, hoteles de todas las categorías hasta cuatro estrellas, pensiones y campings. Es cierto que esta es una época atípica para todos pero, en general, los establecimientos han salvado la temporada más alta y lo siguen haciendo, sobre todo, por haberse adaptado tan bien.
-¿Cuáles son las expectativas para el futuro?
-Precisamente ahora estamos diseñando un plan estratégico de turismo que marcará las directrices para los próximos años. Irá muy en la línea de lo que exige la situación actual. Propuestas como las gastronómicas son muy desestacionalizadoras, al igual que el turismo de naturaleza.