1 septiembre, 2020
Los turistas que quieran visitar al archipiélago brasileño Fernando de Noronha podrán hacerlo a partir de hoy, 1 de septiembre. Eso sí, solo podrán aterrizar en el aeropuerto aquellos que hayan tenido Covid-19 y lo hayan superado, ya que el turismo en la isla, cerrada desde hace cinco meses por la pandemia, se reanudará por etapas tal y como anunció el pasado jueves el Gobierno de Pernambuco.
“Estamos iniciando las flexibilizaciones de la reapertura del turismo en Fernando de Noronha, siempre con responsabilidad, cautela y sin prisas. Siguiendo con protocolos que mantengan de forma segura la salud de la comunidad y la gente de Pernambuco que vive allí», señaló el administrador de Fernando de Noronha, Guilherme Rocha.
El secretario de Salud de Pernambuco, André Longo, se refirió al control y las medidas para frenar la expansión del Covid-19 en la isla como «una historia de éxito» y explicó que este nuevo paso «busca seguridad y reactivación de las actividades económicas en el archipiélago».
La prueba que determinará que el turista ya ha padecido la enfermedad se hará durante el proceso de pago de la Tasa de Conservación Ambiental (TPA), que ahora solo se puede realizar online. La tasa es de r$ 70 (reales brasileños) diarios por persona, unos 10,6 euros. Pues bien, tal y como se indica en la página web oficial del archipiélago, el pago de dicha tasa debe realizarse en las 72 horas anteriores a la salida y, adjunto a dicho pago, el turista debe enviar el resultado del examen que confirme que ya ha tenido Covid-19.
Se aceptarán dos tipos de resultados: IgG positivo (serológico), con examen realizado por métodos de quimioluminiscencia, electroquimioluminiscencia o inmunoensayo Elisa, menos de 90 días a partir de la fecha de viaje. Y el RT-PCR (examen de nariz y garganta) positivo, más de 20 días antes de la fecha de salida. No se aceptarán pruebas rápidas.
La isla se cerró a los visitantes el pasado 21 de marzo y a partir del 5 de abril los residentes que se encontraban en el continente tampoco pudieron entrar. Su vuelta solo se permitió a partir del 13 de junio, primero a través de vuelos quincenales y, después, semanales y todos ellos tuvieron que llevar un brazalete de identificación que fue retirado por el equipo de vigilancia sanitaria al finalizar la cuarentena o cuando el resultado de la segunda prueba confirmó la ausencia del virus.
Noronha registró hasta el momento un total de 93 casos del nuevo coronavirus, 42 de los cuales fueron identificados por el estudio epidemiológico que se está realizando en el archipiélago, que debería estar terminado en 2021. De estos casos, 17 personas que dieron positivo y otras tres que tuvieron contacto con ellos, procedían del continente (una vez que se reabrió el aeropuerto).
En el mes de junio comenzaron a abrir sus puertas los bares, restaurantes y cafeterías y la administración impulsó acciones para mitigar la pérdida de ingresos que sufría la población de la isla, como la distribución de canastas de alimentos básicos, vales de gas, pescado, además de incentivar la agricultura familiar, ya que el turismo es el principal actividad económica en el archipiélago.
Declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, el archipiélago Fernando de Noronha está formado por 21 islas e islotes y, además del pago obligatorio de la tasa de preservación ambiental, el número de visitantes que pueden acceder al archipiélago es limitado. De hecho, no es posible que se encuentren en las islas más de 600 personas al mismo tiempo y solo los brasileños tienen la posibilidad de vivir allí si se emparentan con algún local o se desplazan por motivos de trabajo, aunque en este último caso el empleado anterior debe haber abandonado la isla antes de la entrada de la persona que lo sustituya.