16 agosto, 2022
El mes de agosto llega a su ecuador y muchas personas se preparan para disfrutar de los últimos días de vacaciones. Sin embargo, la España Verde todavía no se ha despedido de los días de sol y tiempo libre, ya que se siguen celebrando fiestas y romerías populares por todo el norte de la Península. Por eso, repasamos todas las festividades de interés turístico nacional e internacional de la zona durante la segunda mitad de agosto, para que puedas despedirte del verano con todas las letras antes de volver a la rutina.
Esta festividad tiene su origen en 1980 y se celebra en honor al asturcón, el caballo por excelencia de Asturias. En un primer momento, esta celebración se instauró cuando la raza estaba en peligro de extinción. Por eso, cada año desde se celebra esta fiesta en su honor, para que el público de dentro y fuera de Asturias lo pueda conocer y, sobre todo, para dar cuenta de su fantástica recuperación gracias al empeño de los ganaderos de la zona, ya que ahora este tipo de caballo se cría y crece en libertad en la Sierra del Sueve.
El escenario de esta fiesta tan especial es la Majada de Espineres (o Mayá de Espineres), un idílico paisaje de montaña. A lo largo de toda la jornada se van sucediendo una misa de campaña, una entrega de premios, un espectáculo de marcaje y doma , un concurso de baile regional, charangas, bandas de gaitas y, como no podía ser de otra manera, una fantástica comida campestre. Una fiesta donde la identidad y tradición asturiana se respira por los cuatro costados y que fue reconocida como Fiesta de Interés Turístico Nacional en 2019.
El Descenso Folclórico del Nalón es uno de los grandes eventos veraniegos en Asturias, una fiesta llena de humor y creatividad que se celebra desde 1968 y que es reconocida como Fiesta de Interés Turístico Nacional desde 2021. Este 20 de agosto celebra su 53º edición en Pola de Laviana con energías renovadas.
Con más de 4.000 tripulantes, el descenso se convierte en una multitudinaria fiesta que dura todo el día
La fiesta gira en torno al descenso en barca del río Nalón, pero no en embarcaciones normales y corrientes. Diferentes peñas se congregan para crear enorme carrozas que conforman un colorido y divertido desfile sobre las movidas aguas del río (que hacen que el transporte de las carrozas sea toda una hazaña).
A lo largo de todo el día (y la noche) del próximo 20 de agosto tendrán lugar actividades culturales y conciertos. Por la mañana, las embarcaciones se prepararán para acudir al punto de salida e iniciar así el desfile a primera hora de la tarde. Con más de 4.000 tripulantes, el descenso se convierte en una multitudinaria fiesta que culmina por la noche, tras llegar al final de desfile acuático, con música, animación y la esperada entrega de premios en el recinto ferial.
La localidad gallega de Ribadavia vive una increíble transformación durante el último fin de semana de agosto. El centro histórico se sumerge en una recreación del pasado medieval, convirtiendo a toda la localidad en un enorme escenario que reconstruye el ambiente judío del medievo. Pocas fiestas muestran tal nivel de compromiso entre sus habitantes. Se trata de una extraordinaria celebración cuyo origen se remonta a 1963 y que cuenta con el reconocimiento de Fiesta de Interés Turístico Nacional desde 1997.
Otro aspecto característico de esta celebración es su un enorme poder de convocatoria (pocas fiestas muestran tal nivel de compromiso), ya que todos los habitantes de la zona suelen participar, con gente disfrazada con ropajes antiguos y con caballeros y titiriteros paseando por la calles. Entre algunos de los eventos imprescindibles está la recreación de una boda judía de la época, conciertos de música tradicional, se celebran torneos de justas e incluso hay maestros artesanos que ofrecen sus obras en el mercadillo. La inmersión en el medievo es tan auténtica que ese día tan solo se utiliza el maravedí como moneda.
El último viernes de agosto es una fecha señalada para los vecinos de la localidad cántabra de Laredo. Millones de flores llenan de color y alegría las calles de un pueblo que tiene una profunda devoción artística durante la conocida Batalla de Flores de Laredo. Esta fiesta tan singular gira alrededor del Gran Desfile de Carrozas, donde se admiran y se someten a valoración las creaciones a base de flores de las diferentes peñas, agrupaciones y carrocistas. Un espectáculo de color y creatividad que se ganó el reconocimiento como Fiesta de Interés Turístico Nacional en 2011.
Sin embargo, el día anterior al Desfile es también digno de mención. Conocida como la Noche de la Flor, la víspera de la festividad se caracteriza por ser una jornada llena de emoción, donde se puede admirar la creación de las carrozas en riguroso directo. Cientos de personas en cada agrupación se empeñan en colocar todas las flores en su lugar indicado, creando tapices, colores y formas únicas, un duro trabajo teniendo en cuenta que las carrozas más grandes pueden llegar a lucir más de 120.000 flores.
La Batalla de flores de Laredo es un espectáculo de color y creatividad que se ganó el reconocimiento como Fiesta de Interés Turístico Nacional en 2011
Además del esperado desfile de una de las fiestas más coloridas de España, en Laredo también se organizan mercadillos y espectáculos musicales a lo largo de todo el día, en un ambiente festivo que culmina con la elección de la mejor carroza del año y con fuegos artificiales como ceremonia de clausura.
El pueblo de Corrales de Buelna, en Cantabria, recrea la última resistencia en Hispania a la dominación romana en el siglo I antes de Cristo durante la última semana de agosto. Esta espectacular recreación es reconocida como Fiesta de Interés Turístico Internacional desde el año 2019 y atrae a numerosos visitantes con cada edición.
El pueblo se engalana durante los días de la festividad y se recrean más de una decena de tribus y otras tantas legiones romanas. Todos interpretan a la perfección sus papeles, con personajes de renombre como el caudillo Corocotta, Badón, la diosa Cantabria, el druida Virón, el general Marco Agripa o la diosa Minerva, entre otros. Los enfrentamientos y relaciones entre todos los personajes se representan en desfiles, recreaciones de bodas o incluso una sesión del senado romano.
Además, el pueblo se transforma durante las fiestas con la reconstrucción del campamento romano, un mercado tradicional o algunas edificaciones cántabras de la época. Todo aderezado, claro está, con la mejor comida y música tradicional de Cantabria.