18 mayo, 2020
«La propuesta que nos hacen es elegir entre que nadie se contamine o que nos maten de hambre». Son las palabras de José Luis Yzuel, presidente de Hostelería España, sobre la situación que atraviesa el sector que decide «cómo sabe España» y que da empleo a un millón setecientas mil personas. Yzuel lamenta que el Gobierno no valore sus propuestas y que no existan certezas: «Las medidas siguen apareciendo de la chistera con los famosos decretos y presentaciones».
– Una de las polémicas de los últimos días tiene que ver con esas declaracioes del ministro Garzón sobre el turismo y la hostelería y usted comentó que estaba indignado.
-La verdad es que provoca un cabreo generalizado, disgusto y hasta tristeza que sea capaz de faltar al respeto, de despreciar a un sector como el hostelero que supone un millón setecientos mil empleos en este país. Yo creo que es un ninguneo, no sé exactamente el motivo, porque ya no es la primera vez que se hace, lo hizo también hace poco su jefe de grupo, el vicepresidente. Hay que pensar que no se puede despreciar de esa manera a este modelo de oferta que tenemos como país, ese elemento diferenciador para los destinos, esos bares, ese montón de hostelería, ese modo de vida que se han elegido… En fin, yo creo que atacar a más de 300.000 establecimientos que generan empleo, que fijan población y que estamos presentes en todos los territorios. Es una gran solución para la España vaciada apostar por el turismo, apostar por la hostelería, apostar como destino… Y, a diferencia de otras actividades industriales, no somos deslocalizables, que mañana esto se complica un poco y se nos van las fábricas de coches y no te cuento.
-Les sentó mal que el ministro de Consumo dijese que son un sector precario, ¿no?
-Somos un sector que necesitamos gente y, en temporada alta,necesitamos más gente. Las empresas de catering necesitan contratar gente cuando tienen banquetes, cuando tienen eventos y, evidentemente, cuando no los tienen pues no los tienen. Tienen una estructura pequeña y cuando necesitan camareros, contratan camareros y eso genera un contrato y la costa y todo el sector turístico pues necesita contratar gente cuando llega el verano, cuando llega la actividad y eso sí que es verdad que genera empleos no con continuidad, pero hay mucha gente que vive perfectamente con esos empleo de verano y tenemos gente trabajando los fines de semana, a tiempo parcial, pero es que también hay gente que no quiere otro contrato porque tenemos estudiantes, amas de casa que no quieren un contrato de 40 horas, quieren un contrato de 10 horitas. Nos tachan de que aportamos poco valor, ¡manda cojones! A mí me gustaría saber cuál es su modelo de país, qué van a hacer ahora que están gobernando. En fin, no voy a decir nada porque me caliento, pero lo que quieren es un país de subvencionados, de pobres. Eso es lo que quieren como país, pues que nos lo cuenten claramente.
-Otro tema del que se está hablando mucho son las ayudas que van a destinar otros países al turismo. Italia va a dar bonos viaje y Francia acaba de anunciar que destinará 18.000 millones de euros al turismo. ¿Qué medidas se han tomado en España?
– Bueno hasta hoy no tenemos absolutamente nada, lo único que nos han dado son disgustos, no hay prácticamente ninguna de las propuestas que les hemos trasladado como medidas absolutamente necesarias para acompañar la famosa desescalada, la reapertura. Es verdad que se han creado estos ERTES, que han sido fundamentales para poder cerrar, pero los ERTES acaban el 30 de junio y tienen novedades y nosotros hemos pedido unos ERTES mucho más prolongados. Se va a crear una mesa de negociación con los sindicatos para hacer propuestas al Gobierno para prorrogarlos probablemente hasta final de año y mantener las medidas de soportar costos sociales, pero hasta hoy hablamos de futuro. A lo largo de las nueve semanas que lleva cerrada practicamente toda la hostelería de este país no hemos sabido nada. Las certezas no existen, las medidas siguen apareciendo de la chistera con los famosos decretos y presentaciones. Hemos logrado corregir alguna, pero es que no tenemos que corregir, hay que trabajar codo con codo con la Administración en mesas serias y tratar de que haya acuerdos, de que seamos conocedores, aunque nada más sea de las previsiones, porque ahora se podría adelantar lo que va a ocurrir en los diferentes escenarios. Por ejemplo, si el número de infectados no supera el tanto por ciento de la población estaremos en la fase 4 y eso supondrá que podrán viajar los españoles y reservar las vacaciones…
-Les gustaría saber qué se va a poder hacer en las siguientes fases y qué no
-Es que aquí no se hace absolutamente nada. Las cosas que están dependiendo de la pandemia no se han hecho porque no está en su mano, y ahí estoy de acuerdo, pero sí hay cosas que se pueden preveer. Es que han tardado ocho semanas en llegar a un acuerdo en el tema de los ERTEs, es que ocho semanas es una vida. Nosotros tenemos hilo directo permanente con nuestro Ministerio, pero no tiene mucho sentido porque luego esta la mesa, que antepone la sanidad por encima de todo con criteriosm desde mi punto de vista absolutamente talibanes. Aquí se toman medidas muy restrictivas y si algunos países de Europa toman otras, ¿por qué aquí se tienen que tomar más duras? Es que es difícil de vender, difícil de explicar.
Las certezas no existen, siguen apareciendo de la chistera con los famosos decretos y presentaciones
-¿A qué medidas se refiere?
– El primer decreto sale con un distanciamiento de un metro y funciona perfectamente pero ahora se sacan de la chistera que tienen que ser dos. En la terraza no hay tanto problema pero han aplicado dos medidas: la distancia y el aforo. Ahora se han tomado con el tema de que los turistas tengan que estar de cuarentena, que ahora creo que han aflojado pero, claro, desde Europa dicen que vamos a considerar un espacio común que es de Europa y que los turistas que lleguen de países con circunstancias sanitarias parecidas no tienen por que guardar un confinamiento de 14 días. Eso impide que entre una peseta de turismo en todo el verano. Y claro, Europa les tiene que decir: Señores, vamos a ver si podeemos ser sensatos, que nos conviene a todos reactivar la economía y con medidas razonables desde el punto de vista sanitario que garanticen la seguridas. La propuesta que nos hacen es elegir entre que nadie se contagie que nos maten de hambre. Van a matar de hambre a muchas empresas turísticas que no van a poder abrir ni un día. En fin, si se pueden tomar medidas sanitarias de garantía que puedan abrir, yo creo que podría ser un poco el mix.
La propuesta que nos hacen es elegir entre que nadie se contamine o que nos maten de hambre
-Hace una semana ya que pudieron abrir las terrazas de algunos locales de hostelería pero en algunos no se cumplieron las normas. ¿Cómo lo valora?
-Es verdad que hubo incidentes puntuales durante el primer día, pero fueron los clientes, no los hosteleros. Los hosteleros tenían derecho a poner terraza y la obligación de guardar las medidas unos de otros y lo hicieron. Lo que hagan los clientes ya es más complejo…. Ahí ha habido ejemplos claros de responsabilidad y algunos han decidido cerrar, incluso calles enteras, como ocurrió en Bilbao. En fin, yo creo que se ha ido corrigiendo y vamos a ver si no vuelve a haber, que yo creo que no. Ahora está ya un poco más tranquilo todo. Y es verdad que siempre hay interpretaciones de la ley, que si se puede poner mesas altas, si no… En algunos ayuntamientos dejan estar a 10 personas de pie, en otros no se puede. Es complejo todo, pero yo creo que todo se ha aminorado y tampoco hay que olvidar que las medidas sanitarias concretas se publicaron escasas horas antes.
-Es cierto que el borrador se había dado a conocer la semana anterior pero los protocolos se aprobaron horas antes…
-Es que están sacando decretos el día antes y por la noche. Pero, ¿quién se lee un un decreto el día anterior? Hay gente que no sabe ni donde encontrarlo. O sea, en fin, es que están pasando muchas cosas que no tienen explicación. Yo recuerdo que una ministra hizo unas declaraciones diciendo que estábamos en una situación excepcional y las cosas se resolverían día a día, pues acertó de pleno. Es que aquí las cosas se resuelven día a día y, con todos mis respetos, no se tienen por qué resolver así, que se pueden planificar perfectamente y no tiene nada que ver ni con el índice de contagiados, ni el de mortandad, ni el ratio de enfermos en UCI, no tiene nada que ver. Tiene que ver con la voluntad de hacer las cosas con sentido común y contar con los sectores para preguntarles cómo lo ven… Y no se está contando con los sectores.
Yo recuerdo que una ministra hizo unas declaraciones diciendo que estábamos en una situación excepcional y las cosas se resolverían día a día, pues acertó de pleno
-¿Se sintieron más escuchados a raíz de que el Instituto para la Calidad Turística Española (ICTE) se pusiera en contacto con ustedes para elaborar el borrador?
-Sí, pero es que fue un minuto antes de tocar la campana. Lo que pasa es que todos los sectores nos pusimos a currar y cuando nos dijeron que se iba a encargar el protocolo al ICTE nosotros ya teníamos medio documento elaborado. De hecho, el documento que tiene el ICTE lo hemos elaborado nosotros, doce técnicos nuestros han trabajado con energía para tenerlo y fuimos el primer sector en entregarlo, y probablemente sea el protocolo más complejo. Menos mal que somos parte del ICTE y conocemos como funciona, pero es que después se tardó más en que Sanidad definitivamente nos diera la respuesta, tardaron una semana en rrevisar un texto elaborado por técnicos, por profesionales.
Todos los sectores nos pusimos a currar y cuando nos dijeron que se iba a encargar el protocolo al ICTE nosotros ya teníamos medio documento elaborado
-¿Cómo ve el futuro del sector a corto plazo con la ‘nueva normalidad’?
-Va a ser muy complejo, muy complicado. Va a haber que adoptar medidas que no nos entraban en la cabeza. Muy difícil para muchas empresas porque muchas van a cerrar por todo tipo de razones. También es verdad que, igual que en la población hay un sector de alto riesgo, en las empresas, cuando hay una crisis, pasa lo mismo. Hay empresas que estaban en alto riesgo, delicadas, malas de salud cuando llegó esto. Pues a todas ellas, esto las va a rematar. También va a haber una reflexión porque hay establecimientos que no iban del todo, que no acababan de chutar, pues es una ocasión de oro para decidir. De hecho, hoy me contaban que hay establecimientos que han devuelto las llaves al propietario. Pero yo no quiero acabar sin lanzar un mensaje positivo porque no hay ningún sector como el nuestro.
-¿Qué es lo que se puede sacar en positivo de todo esto?
-Somos un sector que, independientemente de los datos que tenemos, que van a cerrar más de 40.000 empresas y 200.000 empleos… Pero somos un sector absolutamente diverso, yo creo que como ninguno, porque no hay dos bares iguales. En nuesto sector hay gente que se gana la vida vendiendo cerveza y, otros, chocolate con churros. Somos un sector absolutamente flexible, muy adaptables a lo que nos demanda el mercado. En la anterior crisis los restaurantes de alto nivel tuvieron que bajar el pistón y ofrecieron menús a otros precios para tratar de adaptarse a la demanda del mercado. Aquí pasará lo mismo porque lo hacemos todos, los grandes, los pequeños. Si mañana hay que bajar un poco y reducir tu margen, pues te apretarás el cinturón, harás más horas o apagarás el aire acondicionado entre hora y hora. Somos muy adaptables, el sector probablemente más resilente. Esa capacidad de esfuerzo cuando las cosas se complican, yo creo que hay pocos sectores así. Y, bueno, el que salga de esta crisis no tengo ninguna duda de que va a salir absolutamente reforzado. Es verdad que algunos se van a quedar y no van a poder aguantar, pero somos el sector que decide a qué sabe España, a qué sabe el País Vasco, Cantabria, Asturias, a qué sabe Galicia… Esto lo decidimos los hosteleros de cada territorio y no tenemos ninguna duda de que este país, cuando esto pase, va a saber mejor. Antes de que esta pandemia llegase sabíamos de maravilla y somos un sector muy envidiado en muchos países del mundo. El sector gastronómico español, con nuestro modelo de bares pequeños con tapas con raciones, nuestra alta gastronomía, nuestra media gastronomía… No tengo ninguna duda de que este país cuando esto acabe va a saber mucho mejor que antes de la crisis.