26 octubre, 2018
Las previsiones del Gobierno apuntan a que España pondrá fin en 2018 a su racha de cinco años de crecimiento en la llegada de turistas extranjeros. Hoteles, bares o restaurantes agudizan el ingenio para que esta situación no lastre sus cuentas, pero este frenazo deja otros daños colaterales. Entre ellos, los de Coca-Cola. Su embotelladora, Coca-Cola European Partners, achaca el estancamiento de su facturación en España a esta caída del turismo. Así lo revela la compañía en su informe trimestral, en el que señala que «se vieron afectados negativamente por unas cifras de turismo más débiles en los meses fuertes de verano».
Los destinos de sol y playa se están viendo penalizados por la recuperación de otros mercados. Destinos como Egipto, Túnez o Turquía recuperan la normalidad y, gracias a su buen clima y sus bajos precios, logran atraer a un segmento de turistas que, de otra manera, habría acudido a España. Este frenazo en la llegada de turistas extranjeros pasa factura sobre su principal canal de venta: los bares y restaurantes. La multinacional lleva su bebida a casi medio millón de establecimientos hosteleros, que también padecen el efecto en cadena que provoca el descenso del 0,1% que registra el turismo en España. La menor llegada de turistas lastra en primera instancia a los hoteles. Pero sus daños colaterales se extienden entre museos, comercios, pero también entre restaurantes y bares. A menos público, menos gasto, menos consumo y menos ingresos para empresas de bebidas como Coca-Cola.
Coca-Cola European Partners ingresó 8.724 millones de euros entre los meses de enero y septiembre. De estos, unos 2.270 millones de euros proceden de su división ibérica, que facturó un 3,5% más. Pero este crecimiento en la región no procede de España. “Los ingresos en Iberia aumentaron un 3,5%, liderados por el fuerte crecimiento en Portugal«, que permitieron compensar el frenazo en España, recalca la compañía en sus cuentas trimestrales.