4 marzo, 2021
Salvo la prohibición de que los universitarios regresen a sus localidades de origen, que finalmente ha sido descartada por falta de consenso, prácticamente todas las restricciones que Sanidad proponía para la próxima Semana Santa tienen, con voces discrepantes como Madrid y Canarias, el visto bueno de las comunidades autónomas. Así, los españoles vivirán, en esa semana y en las dos precedentes, un período atípico, con todas las regiones sometidas a un estricto cierre perimetral, con la prohibición de cualquier tipo de evento que implique aglomeraciones de gente, con la limitación a cuatro personas de las reuniones con no convivientes y con toque de queda entre las 22.00 y las 6.00 horas.
El texto pactado entre el Ministerio de Sanidad y los representantes autonómicos impide viajar entre comunidades autónomas salvo las excepciones de aquellos desplazamientos que tengan como motivación el regreso al lugar de residencia habitual y de aquellos realizados por fuerza mayor.
En cuanto a los eventos, el documento, que debe ratificarse la semana que viene, impide celebrar los «de cualquier índole» que, por el número de participantes, puedan ser considerados como masivos.
También desaconsejan las administraciones que dieron su aprobación a la norma que regirá en Semana Santa y en las fechas próximas a ella mantener reuniones en domicilios o en cualquier espacio cerrado. Esos encuentros, de celebrarse, deberán ceñirse a la limitación de participantes, establecida en cuatro.
Sanidad teme que la mejora de los datos epidemiológicos y el inicio de la desescalada, con medidas como la reapertura de los establecimientos de hostelería, lleven pareja una excesiva relajación por parte de la población. La consigna es no repetir los errores cometidos en Navidades que tanto daño causaron en los meses de enero y febrero.
Aunque la propuesta de Sanidad ha recibido el apoyo de la mayoría de las comunidades autónomas, no faltan voces discordantes. Como era de prever, la Comunidad de Madrid es una de esas voces críticas, por considerar que su situación epidemiológica, pese a ser una vez más la peor de todo el territorio nacional, no hace necesario el cierre perimetral. La presidenta Ayuso tampoco parece dispuesta a que sólo cuatro personas puedan sentarse en las terrazas de bares y restaurantes.
Otra de las comunidades autónomas descontenta con el plan es Canarias que, por su insularidad y por su situación epidemiológica, ya ha solicitado al Gobierno que el cierre perimetral no rija en el archipiélago.
A los que quieren una mayor relajación en las restricciones y, en general, a los que ponen en duda la llegada de una cuarta ola, el director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias, Fernando Simón les responde con datos. «Una de cada cuatro camas de UCI está ocupada con pacientes de coronavirus», recordó Simón para mostrar que la situación, si bien ha mejorado, sigue siendo preocupante.