17 marzo, 2022
Después de un paseo entre viñedos y de una charla con los dueños y los trabajadores de una bodega, una copa de vino resulta mucho más enriquecedora. Esta es la opinión que defiende la directora de marketing de Marqués de Vizhoja, Cris Costa, que explica cómo las visitas y las demás actividades de enoturismo que han acogido las instalaciones de esa bodega, ubicadas en el municipio pontevedrés de Arbo, en la comarca de Condado Paradanta, ayudan a fidelizar a los clientes y a mantener con ellos una relación de cercanía.
Aunque las bodegas permanecen en la actualidad cerradas al público, el deseo de sus responsables es del de retomar su oferta enoturística, máxime teniendo en cuenta que hace dos años, justo antes de la pandemia, los dominios de Marqués de Vizhoja habían recibido el premio de la Asociación Española de Ciudades del Vino (Acevin) al Mejor Rincón y Paisaje Enoturístico Nacional.
«Si te has empapado de la cultura del vino, si has conocido a los propietarios de la bodega y si te han llevado por todo el viñedo, cuando llegas a la zona de cata todo lo bueno se incrementa y tus sensaciones explotan. Sabe todo mejor, porque el entorno afecta a lo que estás haciendo en el momento. Muchas veces, el mismo vino no sabe igual en distintas situaciones», explica Cris Costa.
Como empresa que tiene a la familia como valor de referencia, Marqués de Vizhoja busca, ante todo, ofrecer cercanía a su público y eso es algo que puede conseguirse tanto a través de la presencia en nuevos canales, como las redes sociales, como a través de una actividad como el enoturismo.
«Para nosotros, es muy importante acercar la cultura del vino al público. Con el enoturismo, se facilita el acercamiento al público y se fideliza más. Conocer la bodega, cómo se trabaja, de dónde sale el producto… El enoturista puede ver la trazabilidad de todo el producto y, con ello, lo que más se nota es que se incrementa la fidelidad. El enoturismo en las bodegas es muy importante. ¡Que se lo cuenten al Valle de Napa de California! Allí casi prima el enoturismo más que la propia bodega», comenta Costa.
Entre los proyectos que desea poner en marcha Marqués de Vizhoja está el de retomar el sueño de Don Mariano, fundador de la bodega, y poner en marcha un museo del vino. «Nuestra idea es llevar a cabo la de Don Mariano, que cada vez que venía alguien a la bodega a comprar vino, lo subía en su coche y le daba una vuelta por los viñedos y, después, lo llevaba al pazo, donde tenía un minimuseo con objetos y utensilios vinculados al mundo del vino», apunta Cris Costa.