27 noviembre, 2020
Un ordenador portátil y una buena WIFI es lo único que necesita un nómada digital, una persona que vive viajando y trabajando. Si a estas características le sumamos el gusto por el mundo rural y por la comida slow, entonces hemos encontrado al huésped ideal para alojarse en Laguna del Villardón, el primer coliving rural de Castilla y León. Patricia García lleva las riendas de este alojamiento, construido en una antigua casona de labranza que pertenecía su tatarabuelo y que ahora no solo es su hogar, sino también su trabajo.
Villarrín de Campos es un municipio de poco más de 300 habitantes que se encuentra en la provincia de Zamora. En este entorno natural y en un lugar muy próximo a la Reserva Natural de las Lagunas de VIllafáfila se encuentra el coliving Laguna del Villardón, donde Patricia ofrece actividades compementarias. «Hago una excursión guiada para revalorizar el patrimonio natural, cultural y, sobre todo, para ver los palomares, enseñar a la gente cómo funcionaban», explica. Y es que, a pesar de que este pueblo carece de habitantes, en Tierra de Campos el Censo de palomas supera las 21.000.
A pesar de encontrarse a media hora de la ciudad de Zamora, el primer coliving de Castilla y León nació, en realidad, en Serbia. «Allí encontré el primer coliving rural que me gustó: un sitio elegante y con gente con muchas ganas de trabajar. Lo que había visto hasta el momento era como muy hippie todo», señala Patricia
«Un piso compartido pero con gente con más altas cualidades, trabajadores del mundo digital, del marketing, y que entre ellos hacen colaboraciones». Así son los huéspedes de Laguna de Villardón, que, además, se encuentra en un espacio natural. «Aquí la vida es más tranquila, el trabajo más efectivo, disfrutas más de la naturaleza, de la comida slow, natural, kilómetro cero…», explica Patricia.
Uno de los objetivos principales del alojamiento es «salvar esa brecha que hay de la ciudad al campo, donde no encuentras un sitio dónde vivir» y ofrecer a aquellas personas que se planteen invertir en el rural la posibilidad de probar la experiencia. «Siempre vemos el rural como agricultura y ganadería, pero podemos generar nuevas empresas, sobre todo gracias al teletrabajo», señala, «hace 30 años era impensable».
En Laguna del Villardón es posible alquilar una habitación individual o, bien, para compartir. El precio para los que elijan esta segunda opción y decidan quedarse un mes en el alojamiento, lo que garantiza un descuento del 50% sobre el precio final, tendrán que abonar 300 euros.
El alojamiento cuenta con un espacio de coworking, un salón para teletrabajar, una biblioteca, una cocina de 50 metros cuadrados «y todas las comodidades que puede tener cualquier piso de lujo». Además, hay un jardín 655 metros cuadrados con un parque en el que los padres que quieran teletrabajar pueden dejar a los niños.
Otro servicio que ofrece Laguna del Villardón son cursos formativos y, en breve, comenzará uno ligado a la gastronomía, concretamente a la cocina tradicional zamorana, «pero también internacional, que me encanta». ¿El producto estrella? El pichón de Tierra de Campos. «Estoy en un proyecto de una cooperativa para revalorizar este producto porque es una exquisitez», subraya.
Además de la dueña de Laguna de Villardón, Patricia García es la fundadora de la asociación regional que aglutina a este tipo de alojamientos y, además, está a punto de dar el salto a nivel nacional. «Está creciendo mucho, incluso con el bicho este que nos está matando a todos», explica. Y es que los estatutos para dar este importante paso ya están preparados.
Aunque el 90% de sus clientes son madrileños y las fronteras de Castilla y León están cerradas, Patricia confía en que la recuperación «vendrá del tirón, de golpe y porrazo» y asegura que el coliving es «el futuro del mundo rural».