25 febrero, 2022
La invasión de Ucrania le saldrá cara a Rusia desde el punto deportivo y, aunque con más demora, también desde el musical y es que la UEFA ha tomado la decisión de trasladar la máxima competición europea de clubes de San Petersburgo a París y los organizadores del festival de Eurovisión, pese a que en un principio decretaron que Rusia podría, pese a todo, participar en el certamen, han cabado por dar marcha atrás y dejar fuera al país que preside Vladimir Putin.
La final de la Champions League se disputará, finalmente, en el Stade de France de París y no en el Gazprom Arena de San Petersburgo. Esta no ha sido la única decisión adoptada por la UEFA en la reunión celebrada hoy para abordar los efectos de la guerra sobre el fútbol. El máximo organismo del fútbol continental también ha determinado que los equipos rusos y ucranianos que disputan competiciones de la UEFA, como el caso del Spartak de Moscú en la Europa League, disputen sus partidos en campo neutral.
La firmeza de la UEFA contrastan con la tibieza de la Unión Europea de Radiodifusión (UER), organizadora del festival de Eurovisión, que anunció que Rusia podría participar en el certamen esta misma mañana para, horas después, recular y excluir a la potencia invasora. Estos bandazos de la organización de Eurovisión llegan después de que la Radiotelevisión Pública de Ucrania solicitara la exclusión de Rusia del festival, por considerar que el certamen puede convertirse en «una herramienta clave de propaganda política financiada con el presupuesto estatal ruso».
También han excluido a Rusia son los organizadores del Mobile World Congress de Barcelona, que han anunciado que el país no contará con ningún tipo de espacio ni expositor durante esta cita, referente internacional para el sector de las nuevas tecnologías de la comunicación.
La guerra también tiene consecuencias directas sobre el transporte y es que, al cierre de los aeropuertos ucranianos decretado ayer por el Gobierno de ese país, se sumaron hoy las restricciones relativas al espacio aéreo que, de forma recíproca, han establecido Rusia y Reino Unido.
Las autoridades de Rusia han anunciado restricciones en su espacio aéreo a compañías británicas o registradas en Reino Unido en respuesta a las sanciones impuestas por el Gobierno británico contra el país ante la invasión de Ucrania. «La medida ha sido adoptada en línea con las cláusulas del Acuerdo Intergubernamental de Servicios Aéreos entre Rusia y Reino Unido y es una respuesta a las decisiones de las autoridades de aviación británica sobre las restricciones a vuelos regulares a aparatos propiedad, arrendados u asociados a personas rusas o registradas en Rusia», informó la Agencia para el Transporte Aéreo de Rusia