31 octubre, 2018
España encara el fin de un 2018 en el que se prevé que se corte una racha de cinco años consecutivos incrementando su cifra de turistas. Pero no todos los alojamientos padecerán de la misma manera este descenso. Los alojamientos evolucionan a dos velocidades. Mientras las casas rurales y, en menor medida, los hoteles logran sobreponerse e incrementan la llegada de visitantes, los apartamentos turísticos, por el contrario, sufren una fuerte caída.
Las casas rurales protagonizan el mayor ascenso, según los datos que publicó ayer el Instituto Nacional de Estadística (INE). Recibieron 3,26 millones de visitantes en los nueve primeros meses del año. Se trata de un avance del 3,7% respecto al mismo periodo del año anterior. Baleares y Andalucía lideran el repunte, tras crecer un 27% y un 10%, respectivamente. Con incrementos superiores a la media también se sitúan otras comunidades del norte del país, como Cataluña (+8,5%), Castilla y León (+6,8%) o Aragón (+6,3%). En el lado contrario se sitúan las regiones del noroeste. Es el caso de Asturias, en donde los alojamientos rurales vieron cómo se reducía un 0,8% su número de visitantes, o de Galicia y Cantabria, que registraron unos descensos del 1,1% y el 5,2%, respectivamente.
La comunidad cántabra ocupa el otro extremo de la tabla en el apartado de hoteles. Sus establecimientos ya superaron la barrera del millón de visitantes hasta septiembre. Crecen un 6,7%, hasta los 1,06 millones. Ninguna otra región alcanza estos niveles de crecimiento. Extremadura (+5,2%) y País Vasco (+3,5%) son las siguientes que más crecen, mientras que Navarra y Aragón, con incrementos del 2% y el 1,2%, respectivamente, son las otras dos comunidades del norte que superan el avance del 0,7% de la media estatal.
Con una evolución negativa se sitúan los hoteles de comunidades como Cataluña y el Principado de Asturias, que registraron una caída del 0,2% en su cifra de visitantes o Castilla y León (-1,1%). La pérdida de huéspedes se acentúa aún más en La Rioja (-4,8%) y en Galicia, que protagoniza el mayor descenso de todo el país: un 8,4%.
Los apartamentos turísticos se llevan la peor parte. La llegada de visitantes a estos establecimientos cayó un 3,4% en los nueve primeros meses de un 2018 en el que, previsiblemente, pondrá fin a ocho años consecutivos de ascensos. Este tipo de alojamientos –que no se deben confundir con los pisos turísticos- son los que más padecen el descenso del turismo de sol y playa. Solo Canarias, Baleares, Andalucía, Cataluña y Comunidad Valenciana suponen más del 80% de plazas de este tipo en todo el país.
Es por ello que la recuperación de otros destinos más baratos del Mediterráneo pasa factura de una forma especial a este sector. Asturias, con un peso más limitado sobre el total, y Cataluña protagonizan los mayores descensos. La primera cae un 26% y la segunda, un 10%. Este debilitamiento del turismo de sol y playa también arrastra a otros destinos como Canarias o Baleares, que sufren descensos superiores al 5% o a la Comunidad Valenciana, que cae un 4,5%. Andalucía es el único gran mercado para los apartamentos turísticos que logra esquivar esta dinámica. Se apunta un alza del 1,6%.
Entre los destinos del norte, por su parte, emergen con fuerza Cantabria y Castilla y León, con avances del 41,9% y el 29%, respectivamente. Mientras, Navarra (-1,4%), País Vasco (-6,4%), Galicia (-8,9%) y La Rioja (-29,3%) se quedan rezagadas.