26 diciembre, 2018
Nochevieja es una fecha marcada en rojo en el calendario. Las familias se reúnen en torno a grandes banquetes de comida para dar carpetazo a un año que da sus últimos coletazos y dar una calurosa bienvenida al año entrante. Se trata de una celebración extendida en todo el mundo, pero al que cada país le imprime su propio sello. A continuación realizamos un viaje por los distintos países para descubrir cuáles son sus tradiciones en Nochevieja.
Quienes deseen pasar el último día del año en Portugal se encontrarán con algunas tradiciones que les recordarán a algunas de España. Una de ellas es la de las doce campanadas. Y es que en Portugal se celebran también con doce uvas, como en nuestro país, con la diferencia de que, en este caso, se trata de uvas pasas.
En cuanto al menú, el bacalao, como no podía ser de otra manera, brilla con luz propia. En forma de empanadillas o acompañado de patatas, se convierte en la pieza esencial de los platos navideños, que dan su paso a un postre que también nos resulta conocido. Se trata del denominado bolo-rei. Es un dulce con forma de anillo similar al roscón de reyes con el que los ciudadanos portugueses saludan al nuevo año.
Los platos de Nochevieja giran en torno a las lentejas en el país transalpino y cuanto mayor sea la cantidad, mejor. Y es que por su forma redonda (similar a la de las monedas), la tradición dice que cuentas más se coman, más probabilidades hay de acumular una buena fortuna el año que viene.
Estos dos países escandinavos comparten la tradición de ofrecer a los comensales un plato de pudin (puré) de arroz. Durante su preparación, se coloca una almendra que, según la tradición, traerá un año de suerte a aquel a quien le toque en su plato.
Las berlinas de mermelada y los mazapanes con forma de cerdito son los dulces típicos navideños en tierras teutonas, en donde tienen una curiosa forma para descubrir si la suerte te va a acompañar en el nuevo año. Es tradición fundir una pieza de plomo y verter el líquido sobre un vaso de agua. La forma que adquiera te dirá si serás afortunado o no el próximo año.
Las campanadas (aunque sin uvas) deparan en Londres uno de los mayores espectáculos de Nochevieja de toda Europa. El emblemático Big Ben es el encargado de llevarlas a cabo para después dar paso a doce minutos de espectáculo pirotécnico con unos fuegos artificiales que congregan a miles de personas en torno al Río Tamesis.
Unas largas partidas de cartas y los grupos de niños cantando de puerta en puerta para desear un próspero año marcan sus tradiciones en Nochevieja. Tras la cena y una vez llegada la medianoche se producen dos eventos clave en el Fin de Año griego. El primero, todos los comensales deben apagar las luces y abandonar la vivienda para volver a entrar en ella y desear suerte así a toda la familia. Por otro lado, se come el vasilopita. Se trata de un dulce típico del país heleno que alberga una moneda en su interior. Encontrarla asegura empezar el año con buen pie.
Encontrarse un par de platos rotos en la puerta de casa el día de Año Nuevo no es motivo de alarma en Dinamarca, sino todo lo contrario. Romper platos contra la puerta de casa es una forma de mostrar aprecio y desear suerte a tus seres queridos en este país.
Las 12 campanadas europeas se convierten en 108 en algunos rincones de Japón. Los templos budistas del país nipón tocan la campana 108 veces para representar los 108 pecados que, según ellos, puede acabar cometiendo la gente a lo largo del año.
El país caribeño despide el año con litros y litros de agua que se arrojan mediante cubos desde las ventanas de las viviendas. Es su forma simbólica de decir adiós a todos los malos recuerdos del año que se está a punto de despedir.