28 junio, 2019
PABLO LÓPEZ /
¿Cuántas veces se ha quedado sin una fotografía por no tener a nadie que se la sacara?, ¿ha comprobado alguna vez que, terminado el viaje, le faltan en su móvil las imágenes de los lugares más espectaculares?, ¿es incapaz de salir favorecido en un selfie?, ¿le da vergüenza pedir a un desconocido que le retrate?… Si usted tiene este tipo de problemas durante sus vacaciones sepa que hay una solución que algunos hoteles ya han puesto en práctica: el mayordomo de Instagram.
El Royal Hideaway Playacar, un hotel de lujo situado en una maravillosa playa de la Riviera Maya, es uno de los alojamientos pioneros que ofrecen este servicio que, aunque inicialmente puede parecer extravagante, facilitará mucho la labor a los turistas que sienten la necesidad de hacer a sus seguidores en redes sociales partícipes de sus experiencias.
La idea es tan simple como novedosa y consiste en poner al servicio de los huéspedes del hotel un fotógrafo especializado que, además, conoce los lugares más exclusivos del hotel, los mejores momentos del día para retratarse en cada uno de ellos o las delicias gastronómicas que mejor lucen en un perfil de Instagram.
«Es un mayordomo de fotografía que no solo se encarga de dar los mejores consejos para conseguir la luz y la composición idóneas para cada foto, sino que es un guía perfecto de localizaciones que hará que la calidad de cada escenario sea inmejorable», comentan desde el hotel acerca de su original servicio, cuyo objetivo último es hacer que en las redes sociales del cliente «no falte ningún momento imprescindible de las vacaciones».
No solo de fotografías con bonitos paisajes vive el instagramer y, por eso, los responsables del hotel, al enumerar las virtudes de su mayordomo fotógrafo, dedican un capítulo a la gastronomía. Los más forofos de las redes sociales saben que, desde hace algún tiempo, no basta con comer los platos sino que, además, hay que inmortalizarlos. El instagram butler, como no podía ser de otra manera, también lo sabe.
Esa mesa de desayuno completamente llena de alimentos frescos o ese cóctel exótico bebido frente a una playa de arena blanca y aguas cristalinas nunca más quedarán sin dejar huella en la historia y sin que ninguno de sus amigos pueda verlos. «El mayordomo es el mejor conocedor de cómo sacar partido a la gastronomía en redes para resaltar momentos como un desayuno de lujo en la terraza», destacan desde el Hotel Royal Hideaway.
En un mundo en el que nadie puede escapar de la tecnología, en el que cualquier situación puede ser inmortalizada de inmediato con un simple teléfono móvil y en el que las redes sociales se han convertido en un medio para satisfacer nuestra curiosidad y para mostrarnos a los demás, una figura como este mayordomo resulta algo de lo más útil y es que, como manifiestan los impulsores de esta iniciativa, «lo que no se comparte, parece que no ha pasado».