28 mayo, 2020
Actividades como bailar en una discoteca, disfrutar de una copa en una terraza durante una cálida noche de verano o escuchar música en una sala de conciertos cambiarán sustancialmente debido al coronavirus. El borrador del protocolo de seguridad sanitaria para los locales de ocio nocturno elaborado por el Instituto para la Calidad Turística Española (ICTE) recoge exigentes medidas para garantizar que se mantenga la distancia social, para reducir el número de objetos y superficies en las que pueda depositarse el virus y, en definitiva, para blindar frente a contagios a trabajadores y clientes.
Una de las primeras imágenes que dejarán de contemplar los aficionados a la noche es la de discotecas repletas de gente en las que casi es imposible moverse sin rozar a otras personas. El protocolo del ICTE es tajante y exige a los locales que limiten su aforo y que recojan en sus planes de contingencia el número exacto de personas que pueden permanecer dentro del establecimiento.
Tampoco habrá aglomeraciones en las colas para adquirir la entrada, para superar los controles de seguridad o para pedir copas en la barra. Marcas y señales dispuestas en el suelo e incluso cintas servirán para ese propósito. «Deben indicarse las posiciones en el suelo o a través de medidas alternativas (catenarias, cintas…) en aquellos espacios donde sea necesario marcar las distancias de seguridad a respetar», recoge el documento.
Como recomendación, el borrador del protocolo aconseja a los locales nocturnos fomentar actividades de acceso restringido y habilitar reservados, de forma que los clientes se diviertan en grupos reducidos y aislados en lugar de hacerlo en grandes pistas de baile y otros espacios que propicien la concentración de personas.
Entre las recomendaciones más llamativas está también la de optar por vasos desechables, que puedan tirarse a la basura una vez finalizada la consumición. De no considerar oportuna esta opción, el local deberá limpiar los vasos después de cada uso a una temperatura superior a los 80º.
Los clientes de las discotecas o bares nocturnos ya no sólo tendrán que estar preocupados por el tiempo que deberán esperar en la cola para poder entrar, por pedir que el DJ ponga esa canción que tanto les gusta o por no pasarse con la bebida. En la era poscoronavirus, deberán también ser muy cuidadosos con la higiene y hacer de elementos como los dispensadores de gel hidroalcohólico sus compañeros inseparables de fiestas y celebraciones.
El borrador del protocolo del ICTE obliga a a habilitar puntos de limpieza y desinfección, mediante la colocación de los dispensadores de gel, en diferentes puntos del local. Además, incide en la importancia de que tanto los clientes como los empleados se laven las manos «frecuentemente».
Para los trabajadores, se fijan medidas adicionales de protección. El personal de admisión, por ejemplo, debe disponer de mascarillas FFP2 y pantalla facial. Los que atiendan en las taquillas, estarán separados de los clientes por una mampara.
A la hora de pagar, el protocolo del ICTE recomienda hacerlo con medios electrónicos y obliga a desinfectar la terminal de cobro después de cada uso. En cuanto a los productos expuestos en las barras, estos deberán estar protegidos frente al contacto con los clientes y con los propios empleados.