11 junio, 2020
Mientras países como Alemania desaconsejan viajar fuera del espacio Schengen hasta el 31 de agosto y mantienen su recomendación de evitar España hasta julio, cuando desaparezca la cuarentena impuesta a los visitantes extranjeros; la Unión Europea da un paso más en la reactivación del turismo y anuncia su deseo de que la apertura de fronteras que llegará el próximo mes para sus estados miembros y asociados se extienda también al resto, aunque de forma «gradual y parcial».
El control fronterizo es una competencia que ostentan los países, por lo que el deseo de la Unión Europea, al que se refirió en rueda de prensa del alto representante de Política Exterior europeo, Josep Borrell, queda a expensas de lo que decida cada gobierno nacional.
Borrell espera que el proceso para activar el tráfico de viajeros dentro del espacio Schengen esté finalizado a principios de julio y que no debe esperarse demasiado para dar el paso de abrir las fronteras a países que están fuera de ese territorio. El alto representante, sin embargo, recalca que la decisión que se adopte estará basada en «un enfoque coordinado de los estados miembros y apoyado por la Comisión Europea».
Antes de abrir sus fronteras a los turistas extranjeros, España pondrá en marcha en Baleares un proyecto que permitirá la llegada a las islas de 10.900 turistas extranjeros a partir del próximo lunes (15 de junio). El Gobierno español aprovechará este experimento para probar una aplicación móvil con la que pretende controlar a los extranjeros que lleguen al país en los próximos meses.