28 junio, 2021
Es una edición descafeinada, por la ausencia de más de una docena de multinacionales y por la combinación del formato presencial con el online, pero también es la edición de una feria simbólica que certifica que la recuperación de la crisis económica y sanitaria sigue en marcha. El Mobile World Congress arrancó hoy (28 de junio) en Barcelona con la expectativa de reunir entre 30.000 y 50.000 asistentes, cifra nada desdeñable, pero muy alejada de la de 109.000 registrada en 2019, el último año en que se celebró el evento de telefonía móvil y nuevas tecnologías.
Un total de 300 expositores, 600 ponentes y una superficie de 100.000 metros cuadrados son los datos de una feria tecnológica que no ha escatimado en medidas de seguridad para hacer frente a la pandemia y evitar contagios.
Todos los asistentes deberán superar un test de Covid y el uso de mascarilla será obligatorio en todo el recinto de Fira de Barcelona. Además, habrá dispensadores de gel hidroalcohólico y habrá puestos para realizar tomas de temperatura.
El Mobile World Congress de este año mostrará también su lado más solidario con la donación de 300.000 euros a la economía local, para su reparto entre los negocios que peor lo pasaron durante la pandemia. Además, hay unas entradas a precio reducido (21 euros) que pueden adquirir los trabajadores de once sectores.
Esta edición del Mobile llega en una fecha atípica, pues lo habitual era que la cita se celebre entre febrero y marzo. La situación sanitaria motivó el aplazamiento, del mismo modo que, en 2020, forzó la cancelación, que llegó incluso antes de que el Gobierno decretara el estado de alarma y el confinamiento domiciliario.
Las redes 5G serán las grandes protagonistas de una feria en la que los asistentes podrán conocer los dispositivos más avanzados y las aplicaciones más rompedoras de las principales compañías del sector tecnológico.