22 enero, 2022
Los visitantes que se acerquen al madrileño recinto de Ifema durante los días de la gran feria del turismo Fitur tienen la oportunidad de ver y conocer una cara de Rusia muy diferente a la que muestran estos días los gobiernos y medios de comunicación de occidente, que presentan al país más extenso del mundo como un enemigo con ansias expansionistas al que hay que contener a cualquier precio.
Lejos de ese cliché y de la escalada militar en la frontera con Ucrania, los expositores de Rusia en la feria, los que representan a las ciudades de Moscú y San Petersburgo, acogen con los brazos abiertos a todo aquel que se acerca a recoger folletos informativos, a participar en el juego interactivo que invita a adivinar a cuál de las dos urbes corresponden una serie de fotografías o a disfrutar de un exquisito y refrescante cóctel en el bar ubicado en el stand de la capital rusa, que un año más se convirtió en uno de los lugares más animados de todo el recinto ferial.
Lo cierto es que la actual Rusia, al menos en lo referente a las dos grandes ciudades, dista mucho de aquel territorio hermético y un tanto misterioso de la época soviética. Monumentales palacios de tiempos de los zares, iglesias y catedrales ortodoxas con unas formas que parecen sacadas de un cuento de hadas, gigantescos bloques residenciales y estatuas de los líderes soviéticos conviven en paz y tranquilidad en unos espacios urbanos donde lo verde y lo sostenible adquiere cada vez mayor relevancia y donde el turista puede sentirse mucho más seguro que en muchos de los barrios de las metrópolis de la Unión Europea, algo esto último, también hay que decirlo, a lo que sin duda contribuye la presencia de policías y militares armados en los lugares más concurridos.
Por supuesto, en los expositores rusos no hay referencia alguna al actual conflicto diplomático que, según muchos, puede derivar en una confrontación armada. El objetivo es mostrar en Fitur, desde Madrid y al mundo entero, que al margen de las tensiones geopolíticas, Rusia está perfectamente preparada para convertirse en un destino turístico puntero, capaz de ofrecer historia y cultura, compras, gastronomía e infinidad de experiencias inolvidables.