4 junio, 2020
Todo listo en el Parador de Costa da Morte, ubicado en la localidad gallega de Muxía, para una exitosa apertura que ha generado una gran expectación y es que, según apuntan desde la cadena hotelera pública, el establecimiento está cerca de completar el 100% de ocupación para los meses de julio y agosto.
«Confiábamos en que el Parador de Costa da Morte sería un éxito, pero ha superado nuestras expectativas», explica el presidente de Paradores, Óscar López, que recuerda la tragedia medioambiental que originó el proyecto y lo bien que ese origen encaja en la filosofía de la cadena.
«Este Parador nace de la catástrofe ecológica del Prestige, que tuvo lugar en 2002, y queremos que se convierta en todo lo contrario: en un referente de sostenibilidad, de conservación del medio ambiente y de desarrollo local en esta zona de la Costa da Morte», comenta López.
Ante la inminente apertura del alojamiento, el próximo 25 de junio, Paradores ha mostrado nuevas imágenes, tanto de sus fachadas como de los secretos que alberga en sus dependencias interiores. Todo el diseño del edificio constituye un homenaje a la naturaleza y a la historia y tradición de la región en la que se ubica.
La arquitectura del edificio, tal y como explica la propia cadena, está concebida para el disfrute del entorno desde todos sus espacios, algo a lo que contribuye la idea del autor del proyecto original, Alfonso Penela, de estructurar el edificio en terrazas sobre la ladera.
«Cuando el visitante se aproxima al parador hay momentos en los que la construcción deja de verse porque las cubiertas vegetales lo confunden con el paisaje. Su forma escalonada se adapta al desnivel del terreno, integrándose en la orografía. Para salvar la pendiente, se han instalado dos novedosos ascensores panorámicos que se mueven en sentido diagonal», informa Paradores.
El diseño tiene también una gran importancia en los espacios interiores, donde predominan las formas y estructuras «atemporales y sencillas, a la vez que acogedoras que transmiten bienestar y tranquilidad». Mención especial merecen las obras de arte de autores gallegos como Francisco Leiro y Álvaro de la Vega que decoran las diferentes estancias.
«Hemos buscado la perfecta integración entre el pasado y el presente, entre la calidad del turismo y el disfrute de los espacios naturales, fomentar el conocimiento de la historia del lugar, de sus leyendas y mitos», apuntan desde la empresa Sutega, que se encargó de la decoración de las dependencias del parador.
Entre los principales atractivos del establecimiento está el Spa Mirada del Atlántico, que permite que los huéspedes disfruten de unas impresionistas vistas a la playa de Lourido mientras disfrutan de las instalaciones.