22 septiembre, 2021
«Ejercer un cargo público en este país se está convirtiendo en algo insoportable. Todo lo que se dice tiene una doble lectura». Con estas palabras se refiere el presidente de la Asociación Hotelera y Extrahotelera de Santa Cruz de Tenerife (Ashotel), Jorge Marichal, a la polémica que se desató tras las declaraciones de la ministra de Turismo sobre el volcán de La Palma, que calificó como un «reclamo turístico». Concretamente, Reyes Maroto describió la erupción como «un espectáculo maravilloso de la naturaleza».
«Puede que se haya expresado de una manera un poco inadecuada», indica el también presidente de la Confederación Española de Hoteles y Alojamientos Turísticos, «pero dijo lo que cualquier persona con sentido común o que sepa cómo funciona la economía tiene que decir. Hay decenas de destinos en el mundo que viven del tema vulcanológico».
Jorge Marichal insiste en que ahora lo primero es «hacer todo lo posible para no lamentar ninguna pérdida humana y trabajar en que la pérdida de medios materiales sea la menor posible». «Habrá que resarcir a esas personas que lo han perdido todo, su casa, sus recuerdos, el trabajo de toda una vida», señala. Eso sí, una vez hecho esto considera fundamental empezar a trabajar en los planes de promoción para que lo que es una catástrofe natural «pueda servir para recuperar la economía, que va a quedar maltrecha después de este episodio».
En los últimos días, los hoteles que integran la Ashotel han puesto en marcha una plataforma para poner a disposición de los afectados un «banco de camas». Para ello, trabajan de la mano de Protección Civil y el Cabildo de Tenerife, encargadas de coordinar los medios materiales que se han puesto a disposición de los afectados. Además, Marichal explica que se ha puesto en marcha una colecta entre los asociados para «que no falten los bienes de primera necesidad».
Además de los afectados, los hoteleros han gestionado el realojo de los turistas que se encuentran en zonas en las que no existe peligro pero sí complicaciones derivadas de esta catástrofe natural, como cortes de carretera o de suministro eléctrico. «Era previsible y así se actuó con antelación para poder preparar los protocolos de ayuda», indica. Esos protocolos de ayuda incluyen el traslado de los turistas a otras zonas de La Palma o a otras islas como Tenerife, donde algunos de los visitantes han decidido continuar sus vacaciones. «Nos hemos coordinado con las aerolíneas para que esto no suponga ninguna penalización para ellos y puedan cambiar tranquilamente sus billetes», subraya.