18 septiembre, 2020
Pese a ser un grupo de riesgo y pese a las restricciones impuestas al sector turístico, los mayores de 65 años siguieron visitando los balnearios durante este verano, hasta el punto de suponer el 35% de los clientes de los establecimientos. Es por ello por lo que la Asociación Nacional de Balnearios (ANBAL) reclama una prórroga del contrato para el programa de termalismo del Imserso, lo que evitaría que este se perdiera en 2021 por agotarse los tiempos para elaborar uno nuevo.
«Tras comprobar la buena respuesta del público y de las personas mayores durante el verano, la Junta Directiva de la Asociación Nacional de Balnearios ha acordado realizar una petición al Gobierno para que se produzca la prórroga del contrato del Programa de Termalismo Social y no uno nuevo», explica ANBAL, que añade que «los plazos de tramitación administrativa habituales podrían retrasar demasiado en el tiempo el inicio del programa, con los perjuicios laborales y económicos que ello supondría para los balnearios y para las comarcas rurales en las que están ubicados».
La asociación que representa a los balnearios españoles recalca que los establecimientos han cumplido de forma estricta los protocolos de prevención contra la Covid-19 y que, por tanto, ofrecen la necesarias garantías de seguridad.
«Es importante destacar que los balnearios han estado abiertos durante este tiempo y han implantado los protocolos de prevención de riesgos frente a la Covid-19 que realizó el ICTE por mandato del Ministerio de Industria, Comercio y Turismo», apunta ANBAL, que destaca que nueve balnearios han obtenido el sello Safe Tourism Certified tras someterse a una auditoría.
El sector del turismo termal supone un importante motor económico para las poblaciones de los municipios que albergan los establecimientos, una circunstancia a la que también alude la asociación al reclamar la prórroga del contrato del Imserso.
«Realizan una importante labor social, al tener contratado un gran volumen de trabajadores de sus comarcas, en su mayor parte mujeres, que difícilmente encontrarían una alternativa si no se reinicia su actividad y se reactiva el programa», expone la entidad.