4 septiembre, 2024
El final de agosto es al verano como el domingo por la tarde al fin de semana. La buena noticia es que aún queda mucho estío en El Algarve, con ese clima privilegiado de eternas jornadas de sol y temperaturas agradables. El sur de Portugal sigue siendo ideal para una escapada de playa en los meses de septiembre y octubre, el planazo de otoño que todos querríamos para hacer más llevadera la vuelta a la rutina, y mantener así el bronceado todo el año.
Arenales paradisíacos, imponentes acantilados, pueblos bonitos llenos de rincones con encanto, un ritmo pausado y una naturaleza imponente, buena gastronomía, deliciosos vinos, temperaturas agradables, interesantes festivales y citas culturales… Podríamos decir que El Algarve lo tiene todo. Y, encima, lo tenemos al lado de casa.
El Algarve goza del reconocimiento internacional de tener dos de sus playas entre las diez mejores del planeta, según European Best Destinations
El Mejor Destino de Playa del Mundo suma, además, el reconocimiento internacional de tener dos de sus playas entre las diez mejores del planeta, según European Best Destinations (EBD), la organización que promociona la cultura y el turismo en la Unión Europea. Son las playas de Monte Clérigo y Odeceixe, ambas en la costa oeste, considerada una de las zonas más bonitas y mejor conservadas del sur de Europa.
Playa de Monte Clérigo: dunas, un arenal de fácil acceso y bonitos acantilados
La playa de Monte Clérigo pertenece al municipio de Aljezur, capital de la Costa Vicentina, la que va desde el río Seixe hasta el Cabo de San Vicente, y es la playa que ocupa el puesto de plata en el ranking de mejores playas europeas elaborado por European Best Destinations. ¿Qué encontraremos en ella? Dunas, acantilados, un extenso arenal de fácil acceso, una plataforma rocosa en la zona sur…
Estamos ante un pequeño paraíso poco conocido de gran belleza y calidad medioambiental que conserva su atractivo también en otoño. La playa mantiene todo su encanto porque el Parque Natural de la Costa Vicentina la protege de grandes edificios y construcciones; tan solo encontraremos junto a ella las pintorescas casitas que forman el pueblo de pescadores del que toma su nombre y que miran la playa desde lo alto.
La playa de Monte Clérigo debe gran parte de su encanto al Parque Natural de la Costa Vicentina
En la bajamar, la playa se vuelve un lugar muy interesante para los amantes de los animales marinos: pequeños cangrejos, estrellas de mar y hasta pulpos y erizos de mar se dejan ver con facilidad entre las rocas. Cuando baja la marea, también se forma una laguna poco profunda donde los niños pueden disfrutar sin preocuparse por las olas. Por todo ello, Monte Clérigo es una playa muy valorada por las familias.
La playa de Odeceixe, una de las preferidas por los surfistas
Media hora en coche separan esta playa de la de Odeceixe, situada en la desembocadura del río Seixe, frontera natural entre la región de El Algarve y el Alentejo. Séptimo puesto en este ranking de mejores playas europeas, realmente es como si estuviéramos hablando de dos playas en una, ya que se trata de una amplia lengua de arena situada entre el agua dulce del río y el agua salada del océano. Desde el Mirador de la Ribeira de Seixe tendrás una excelente vista de este doble paisaje.
La playa de Odeceixe, una de las más famosas de Portugal, está rodeada de acantilados y a ella acuden numerosos surfistas, familias y amantes de la naturaleza. En la parte que mira al Atlántico, las olas llegan con fuerza, como les gusta a los riders. Pero al mismo tiempo, también se forman lagunas de aguas poco profundas, perfectas para baños tranquilos. Y en la zona fluvial se pueden alquilar embarcaciones y, con un poco de suerte, ver los animales que tienen allí su hábitat, como la nutria o el martín pescador.
Odeceixe y Aljezur también merecen una parada
Entre ambas playas, encontraremos dos municipios que bien merecen una parada si se va con tiempo: el propio Odeceixe y Aljezur. Empecemos por el primero, un pueblecito de casitas blancas que en su día fue meca del movimiento hippie y que hoy adoran los surferos. Una de sus señas de identidad es su molino de viento, del siglo XVIII, que todavía hoy muestra cómo era el proceso de la molienda y es uno de los mejores conservados de todo Portugal.
En Aljezur podremos subir a ver el castillo y, desde ahí, disfrutar de la panorámica. Aunque lo mejor es callejear sin prisa por sus rincones más pintorescos, acercarse hasta la Casa del Pintor José Cercas y disfrutar de la tranquilidad del municipio. En Aljezur también tendremos la oportunidad de degustar la batata dulce, uno de los sabores más sorprendentes de El Algarve y con muchas aplicaciones culinarias, ya que se puede tomar asada, frita, en versión dulce o, incluso, como licor. Su famoso Festival de la Batata Doce tendrá lugar este año del 17 al 20 de octubre.