26 abril, 2023
«Un proyecto con un formato diferente que permite atraer turismo de calidad». Así define el chef Ferrán Adrià elBulli 1846, un museo de cerca de 4.000 metros cuadrados que propone un recorrido a partir del legado de elBulli, un restaurante que supuso una revolución gastronómica a nivel mundial. Se encuentra precisamente en el espacio que ocupaba el restaurante, en Cala Montjoi, en el Parque Natural del Cap de Creus (muy cerca de Roses) y abrirá sus puertas al público el próximo 15 de junio.
Los interesados en visitar este espacio ya pueden adquirir las entradas a través de la página web. Los precios oscilan entre los 27,50 euros y los 45,50 euros y las puertas de este nuevo espacio estarán abiertas hasta el 16 de septiembre.
Adrià se declara firme defensor de la creación de proyectos culturales que permitan atraer gente: «Tiene que haber una serie de personas que crean en el futuro y que creen proyectos de futuro». En este sentido, el nuevo museo de elBulli pretende hacer reflexionar sobre la gastronomía y la innovación y «salvaguardar su legado», indica el chef que lo convirtió en el mejor restaurante del mundo. «El objetivo es que las personas que no vinieron, pero también las que vinieron, puedan comprender qué pasó aquí, cómo lo hicimos para que elBulli fuera elBulli». De este modo, a lo largo de 79 instalaciones artísticas, conceptuales y audiovisuales, el museo pone a disposición del visitante todos los recursos para entender los motivos por los que el restaurante se convirtió en paradigma de la gastronomía mundial.
«Es una propuesta cultural porque la cocina es un lenguaje amable para hablar de innovación y para hablar de muchos temas que se ven desde otras disciplinas y desde otras profesiones”, indica el director de elBulli 1846, Lluís García.
En función de la visita elegida, se podrá acceder al espacio en el que se encontraba el restaurante pero no se podrá comer. «Nuestro lema es comer conocimiento, creo que es una metáfora muy bonita para explicar lo que uno se va a encontrar en elBulli 1846», apunta Adrià. Otro escenario de la visita es la sala, donde se encuentran todos los elementos originales, entre ellos los manteles, las vajillas o las cristalerías. Además, el recorrido finaliza con elBulliDNA, «una de las instalaciones más disruptivas, visualmente hablando», ya que el espacio tiene forma de roca y se integra en el paisaje del Cap de Creus.
Los visitantes podrán acceder a la sala, donde se encuentran todos los elementos originales del restaurante
El recinto cuenta con aparcamiento, aunque se promueve el acceso mediante un minibús exclusivo del museo que parte de Roses, para reducir el impacto de la movilidad generada por las visitas particulares.