18 julio, 2022
Un cartel con artistas de renombre de estilos muy diversos, una climatología que invitaba a disfrutar de la música al aire libre y un marco incomparable como es el estadio de Riazor hicieron del Morriña Fest que se celebró en A Coruña todo un éxito. Más de 25.000 personas en cada uno de los dos días durante los que se prolongó el evento disfrutaron del reguetón de Maluma y Ozuna, del indie de Xoel López y Franz Ferdinand, de las coreografías de baile de Lola Índigo o del hip hop de Black Eyed Peas, entre otras actuaciones de dos veladas inolvidables que devolvieron los conciertos a un estadio coruñés que llevaba más de tres décadas sin albergar una gran cita de música en directo.
La propia alcaldesa de A Coruña, Inés Rey, que no se perdió ninguna de las citas del festival, destacó la ilusión que le hacía ser testigo directo de la vuelta de los conciertos al estadio de Riazor y dejó claras sus intenciones de que el Morriña Fest vuelva a la ciudad en los próximos años. «Más de 25.000 personas han disfrutado de un festival inolvidable, en un ambiente estupendo y con música para todos los gustos y edades. Gracias a todos los que habéis venido a compartir esto con nosotros y que hacéis de A Coruña un referente de grandes citas musicales. No volverán a pasar 29 años, porque esto viene para quedarse. Ya tenemos morriña de música», comentó la regidora, que recordó un concierto en Riazor al que le llevaron sus padres cuando tenía 11 años.
«No volverán a pasar 29 años, porque esto viene para quedarse. Ya tenemos morriña de música», comentó la alcaldesa de A Coruña, Inés Rey, que no se perdió ninguna de las dos citas del festival
Los artistas también hicieron numerosas alusiones a lo bien que se sintieron sobre el escenario montado en el estadio de Riazor. ¿Quién sabe si el argentino Duki fue consciente de que en ese estadio jugó durante la mayor parte de su carrera el actual seleccionador de fútbol de su país, Lionel Scaloni? Lo que sí quedó claro es que el rapero sintonizó con el público, tanto es así que bajó del escenario para compartir cerca de sus entregados fans uno de sus temas.
Otro que quedó fascinado con el espacio donde se celebró el Morriña Fest fue Maluma, de hecho el colombiano dedicó buena parte de su tiempo sobre el escenario a repetir una y otra vez lo feliz que se sentía de estar en A Coruña y pidió a los asistentes que encendieran las linternas de sus móviles para sacarse un selfie con el público de fondo, un público que, por cierto, coreó temas como Hawái y Felices los cuatro.
Maluma dedicó buena parte de su tiempo sobre el escenario a repetir una y otra vez lo feliz que se sentía de estar en A Coruña y pidió a los asistentes que encendieran las linternas de sus móviles para sacarse un selfie con el público de fondo
También quiso inmortalizar su paso por el estadio de Riazor Lola Índigo que, tras una actuación que comenzó con el popular tema La Niña de la Escuela y en la que las coreografías con sus seis bailarinas fueron grandes protagonistas, se sacó una foto junto a su equipo y con el público de fondo. «¡Qué pasada A Coruña!», publicó en sus redes sociales.
Más explícita fue la referencia a la ciudad en el caso de Xoel López, como no podía ser menos teniendo en cuenta que el cantante nació en A Coruña. El músico se enfundó la nueva camiseta del Deportivo para deleite del público, un gesto muy tribunero que hacen a veces los artistas para empatizar con las gentes de las ciudades que visitan pero que, como se ha dicho, en el caso de Xoel va acompañado de un sentimiento real.
Con la ropa también hizo un guiño a la ciudad Black Eyed Peas, pues Taboo, uno de los integrantes de la banda de hip hop de Los Ángeles, lució una sudadera de la marca Vazva. Por supuesto, los miembros de este grupo también repitieron en varias ocasiones el amor que sienten por España y lo mucho que disfrutan de sus apariciones en ciudades del país. La actuación de Black Eyed Peas fue, por cierto, una de las que más motivaron a los asistentes, que disfrutaron y bailaron hasta la saciedad con temas como Pump it, Where is the love? y I Gotta Feeling.
Una de las pocas ocasiones en las que el público expresó descontento, quizás la única, llegó al final de la actuación de Ozuna. El puertorriqueño era el cabeza de cartel del festival pero la organización no tuvo miramientos a la hora de cortar el sonido para poner fin a una actuación que se alargó más de lo previamente estipulado. Los gritos de ¡tongo, tongo…! retumbaron en el estadio mientras Ozuna cantaba y hablaba sin que nadie pudiera escucharlo. «Me dicen que me tengo que ir ya, no puede ser», manifestó el cantante, que prometió desquitarse volviendo a la ciudad próximamente.
Ese jarro de agua fría no debe empañar, sin embargo, lo que fue una soberbia actuación en la que Ozuna prácticamente no paró de cantar y de moverse por el escenario y que ya arrancó fuerte con el tema Se preparó y cuando parte del público todavía estaba reponiendo fuerzas después de la intervención de Duki. A muchos, la salida a escena de Ozuna los cogió en el servicio o consumiendo en las barras habilitadas para la venta de comida y bebida.