5 abril, 2021
España es una potencia internacional en turismo cinegético y personas como Rocío Bueno, que desde su empresa Orgánica La Andaluza oferta todo tipo de servicios vinculados a la caza, contribuyen con su esfuerzo y dedicación a que el país no pierda esa condición pese a los ataques de los animalistas y a un Gobierno que muestra poco apego, cuando no abiertamente rechazo, hacia esa actividad. Desde pequeña aprendió de su padre lo que significa salir al campo y la libertad que brinda la caza a todos aquellos que la practican. Los insultos y amenazas de sus detractores, que llegaron a poner precio a su cabeza, y las actitudes machistas de algunos hombres que no entienden que una mujer joven de 26 años puede abatir más piezas que ellos, no han minado su pasión.
-¿Cómo fueron sus inicios en el mundo de la caza?
-Empecé de pequeña, cuando tenía cuatro años y mi padre me regaló mi primer podenco. La caza me viene de familia, de mi padre y de mi abuelo, que era galguero. Cuando ya era un poco mayor, empecé a salir al campo de acompañante con mi padre, que era presidente de un coto de mi pueblo y yo siempre estaba cuando tenía reuniones con los socios. Recuerdo que tenía un cartel con todas las especies cinegéticas, tanto de caza menor como de caza mayor, y que me dedicaba a identificarlas. Luego ya me saqué la licencia de armas y comencé mi vida como cazadora.
-Ahora se dedica usted a la actividad cinegética de forma profesional.
-Mi empresa ofrece todo tipo de servicios cinegéticos, pero nuestra especialidad son los ojeos de perdiz. Ofrecemos servicios tanto de caza menor como de caza mayor. También trabajamos en el extranjero y tenemos contactos en Túnez, en Turquía y en Polonia. Organizamos cacerías en esos países. Además, en Reino Unido tenemos un embajador que se encarga de traer grupos de ingleses aquí a España.
-¿Vienen muchos extranjeros a practicar la caza?
-Sí. La mayoría de los clientes que tengo para los ojeos de perdiz son extranjeros.
-¿Cómo son las fincas donde su empresa oferta sus servicios?
-Nosotros tenemos una en Cáceres que es como si fuera de nuestra propiedad y, después, alquilamos otras, la mayoría también en esa provincia, en función de las necesidades y de lo que nos pidan los clientes. Cada año vamos cogiendo fincas nuevas. En nuestras fincas, además de la perdiz, tenemos conejo y caza mayor. Nuestro coto es intensivo, lo que supone que dejan cazar más allá de la temporada. Nosotros podemos cazar desde octubre hasta el 18 de abril.
«He sufrido ataques que no se los deseo a nadie, ni a mi peor enemigo. Me despidieron de un trabajo por ser cazadora y he tenido que cambiar de teléfono dos veces»
-¿Qué puede aportar la caza al sector turístico?
-Los extranjeros que vienen, sobre todo los ingleses, siempre suelen venir con su familia y, por eso, dentro del paquete de caza, ofrecemos experiencias de turismo. Tenemos unos conductores que los llevan a sitios emblemáticos de Extremadura, como Cáceres, Trujillo… Aportamos mucho al turismo y a la economía, puesto que también reservamos hoteles y restaurantes para ellos.
-¿Disponen de algún establecimiento para alojar a los visitantes dentro del coto?
-Por ahora no. Aunque tenemos planificado construir un hotel dentro de la finca. En este momento, tenemos acuerdos con varios hoteles y, en función de lo que el cliente pida, lo alojamos en uno o en otro.
-La caza también está muy vinculada a la gastronomía.
-Por supuesto. Tenemos, por ejemplo, contacto con bodegas de vino y ofrecemos también visitas a esas bodegas.
-¿Afronta la caza un futuro difícil debido a las críticas de quienes se oponen a ella?
-Siempre ha habido críticas y la verdad es que cada vez hay más, porque la ignorancia habla muchas veces. Hay muchas personas que critican algo sin tener ni idea de lo que es. Yo, por ejemplo, ofrezco muchos puestos de trabajo cada vez que organizo una cacería. Contrato más de treinta personas cada fin de semana. Además de ayudar a personas que a lo mejor lo están pasando mal por la falta de trabajo, donamos carne de caza. Pese a lo mucho que ayudamos al turismo y a la economía en general, recibimos muchas críticas de los animalistas, que solamente ven que se matan animales y no reparan en la gestión que hacemos. A la vista está todo lo que vivimos durante el confinamiento, con cosechas que se fueron al traste porque los conejos se las comían y con animales que andaban por las carreteras y que causaban accidentes.
«Hubo una persona que dijo que yo prostituía la caza por ser mujer y por pintarme»
-¿La han atacado alguna vez a usted por practicar la caza?
-Yo he sufrido ataques que no se los deseo a nadie. No se los deseo ni a mi peor enemigo. Me despidieron de un trabajo que tenía en una tienda de telefonía porque no querían que atendiera a la gente porque practicaba la caza. Luego, trabajé en una cafetería y unos clientes se negaron a entrar si no me despedían. Ahí no me despidieron porque mi jefe y mis compañeros ya sabían lo que yo hacía. ¿Amenazas? Uf, he recibido muchísimas. Tuve que cambiar de teléfono dos veces y pusieron precio a mi cabeza. Era un acoso constante, desde primera hora de la mañana y con insultos a mí y a mi familia. Lograron saber la dirección de mi casa y tuve que desaparecer un tiempo de las redes sociales. He sufrido de todo, incluso amenazas de muerte en las que me decían que me quedaban pocos días de vida. Recibo amenazas casi diariamente, tanto de españoles como de extranjeros.
-Aunque cada vez son más las mujeres que practican la caza, ¿se siente usted todavía una mujer en un mundo de hombres?
-Sí, pero eso ya no me afecta, porque me formo una coraza. Lo he vivido en muchas cacerías. Una vez coincidí con un señor que me dijo que yo no pintaba nada en el campo y que me fuera para mi casa y todo porque nunca se había encontrado con una mujer cazadora. La mayoría de las veces que salgo de caza, soy la única mujer del grupo. En una ocasión, fui la que más animales abatió y me robaron los pájaros para no quedar mal. Les avergonzaba que una mujer abatiera más pájaros que ellos. También hubo una persona, a la que le puse una demanda, que dijo que yo prostituía la caza por ser mujer y por pintarme. Hay hombres que creen que yo quiero destacar por encima de ellos, sólo quiero que me traten igual.
-La caza, por practicarse al aire libre, ofrece una gran seguridad frente a la Covid-19.
-Permite que todo el mundo esté al aire libre y con distancia de seguridad. En cada puesto, cuando empezó la temporada, no podía haber más de dos personas. Desde octubre, que fue cuando empezamos, no hemos tenido ningún percance.
-¿Hay algún viaje de caza que recuerde de forma especial?
-Hay muchos viajes que recuerdo, porque he cazado por toda España. Un viaje que se me quedó en el recuerdo es el que el hice a Tendrui, en Cataluña. Cuando lo hice, no estaba pasando por un buen momento y me vino muy bien. Me invitó una amiga a cazar corzos y fue toda una experiencia porque yo nunca había cazado el corzo en alta montaña. Abatí un corzo a 300 metros. Nunca había hecho un tiro a tan larga distancia. Además, aquello es un paraíso.
-¿Y algún viaje por hacer?
-Quiero viajar a Túnez a cazar jabalíes. Iba a ir en febrero pero, aunque sólo nos exigían la PCR, no me quería arriesgar a que cerraran las fronteras y me tuviera que quedar allí. Si Dios quiere, haré ese viaje la próxima temporada.
«España es un paraíso para los cazadores extranjeros. Muchos que vienen, repiten. Además, están cada vez más tiempo. Algunos llegan en su jet privado y vienen una semana con su familia»
-¿Es España una potencia para el turismo cinegético?
-España es un paraíso para los cazadores extranjeros La mayoría de mis clientes son extranjeros. Los tengo de China, de Turquía, de Reino Unido, de México… Además de la caza propiamente dicha, tenemos una gastronomía y unos paisajes únicos. Nosotros hacemos que los clientes se sientan como en casa. Muchos que vienen, repiten. Además, están cada vez más tiempo. Algunos llegan en su jet privado y vienen una semana con su familia. Cazan tres días y luego se quedan de vacaciones. El mundo de la caza mueve mucho turismo.
-¿Cree que el Gobierno pone en peligro con algunas de sus medidas la supervivencia del sector de la caza?
-Pues sí. Cuando yo recibí ataques de los animalistas del partido PACMA hubo mucha gente de partidos como Podemos que, en lugar de condenarlos, decía que iban a acabar con nosotros. Eso sí, después piden ayuda porque están los jabalíes en la ciudad. No nos están ayudando para nada y están poniendo más pegas que nunca. La verdad es que sólo hay un partido, que es VOX, que lucha por la tauromaquia y por la caza. Yo, obviamente, voy a apoyar a ese partido porque, además, es el único que a mí me tendió una mano cuando se puso precio a mi cabeza. Incluso me ofrecieron sus abogados para que yo no me sintiera sola.
3 Comments
¿Ha probado a no matar animales por deporte? Lo mismo su reputación mejora.
¿Has probado a ser demócrata y tolerante? ¿Prefieres ser un reaccionario hater de teclado?
Todo mi humilde apoyo. Adelante la mujer en la caza y Viva la Caza por siempre.