16 julio, 2020
Personalidades de de la talla del CEO de Meliá, Gabriel Escarrer, criticaron la obligatoriedad de la mascarilla en espacios como el interior de los hoteles que rige en Cataluña y Baleares, mientras que las asociaciones de hosteleros de comunidades como Cantabria y Navarra defienden la medida. ¿Son las mascarillas un lastre o una garantía para el turismo? TUR 43 consulta a expertos y profesionales para conocer cuál es el latir del sector al respecto.
En el grupo de los que opinan que la obligatoriedad de llevar mascarilla en un destino puede generar reticencias entre los turistas se encuentra el presidente de la Confederación Española de Agencias de Viajes (CEAV). Carlos Garrido, si bien precisa que lo primero es la salud y que las autoridades deben adoptar las medidas que sean necesarias para frenar al coronavirus, cree que un destino resulta menos apetecible si se debe disfrutar de él con media cara tapada.
«Nosotros no debemos entrar en las medidas sanitarias, pero, ciertamente, es poco apetecible viajar con determinadas condiciones y, lógicamente, esa medida perjudica a la reactivación de los viajes. En todo caso, hay que exigir las medidas que sean estrictamente necesarias para garantizar la seguridad y confiar en que, poco a poco, se vayan levantando para que se reactiven los viajes», opina Garrido.
Más escéptico sobre las repercusiones de la mascarilla sobre el turismo se muestra Roberto Niño, socio-fundador de Hotelea Consulting y colaborador de la escuela de turismo Ostelea. Niño reconoce que la medida puede tener efectos negativos sobre la llegada de turistas internacionales, pero cree que apenas afectará a los viajeros nacionales y que, a la larga, será beneficiosa.
«No creo que penalice los viajes de turistas nacionales. Quizás, igual que a nosotros nos resultaba muy extraña la utilización de mascarillas en China hace unos meses, a los extranjeros de países que no han estado tan afectados como España les resulte algo excesivo; pero es mejor un pequeño sacrificio ahora que una vuelta a un confinamiento que sería demoledor para todos en todos los aspectos», apunta Niño.
Entre los que defienden la obligatoriedad de la mascarilla de una forma más vehemente se encuentra el asesor turístico y comunicador Fernando Valmaseda, que sostiene que el turista, si observa que el destino al que tiene planeado viajar obliga a llevar mascarilla, sentirá una mayor seguridad.
«El sentido común y la seguridad es lo que hace que el viajero se sienta con confianza a la hora de elegir un destino. Llevar mascarilla no denota inseguridad o enfermedad, sino una actitud y una conducta responsable», comenta este experto.
El presidente de la Asociación Española de Directores de Hotel (AEDH), Manuel Vegas, también se encuentra entre los que creen que la imposición de la mascarilla no ahuyentará al turista y, de hecho, él mismo dice poder disfrutar sin problemas de unas vacaciones pese a esa circunstancia.
«A título personal, lo tengo muy claro. A mí, que me digan que tengo que ir con mascarilla en un destino no me preocupa. Hay que respetar las reglas y punto. Es más, a mí me ofrece una garantía. Creo que ir a un destino y disfrutar de sus monumentos, de sus playas o de su gastronomía no es menos agradable por el hecho de llevar mascarilla», expone.
Vegas, aunque reconoce que puede haber casos particulares de anulaciones de reservas por la medida, duda de que ello sea lo habitual. «Puede ser que alguien cancele la reserva por lo de la mascarilla, pero no creo que sea algo masivo«, analiza.