3 enero, 2022
A Coruña despidió la temporada de cruceros 2021 el pasado 27 de diciembre, con la presencia del buque AIDAnova, el de mayor tonelaje que ha visitado el puerto. Se trata del primer crucero del mundo que puede operar utilizando gas natural licuado (GNL) como único combustible y entró en servicio en el año 2018. Además, El presidente del puerto coruñés, Martín Fernández Prado, confirmó que las previsiones para este año 2022 son muy positivas, tanto es así que el Puerto de A Coruña espera batir su récord de cruceros, con más de 160 escalas.
La primera de ellas, la del Queen Elizabeth, de Cunard Line, estaba prevista para este martes, 4 de enero, pero finalmente se ha adelantado un día. Procedente de Funchal, este buque viaja con casi 1.300 pasajeros y 977 tripulantes a bordo y pondrá rumbo a Southampton este martes a las 17.00 horas.
Entre los cruceros que recibirá el puerto coruñés destaca la presencia de navieras habituales, lo que demuestra la fidelización de los clientes, pero también barcos que se estrenan en la ciudad. Estas previsiones permitirán recuperar el impacto económico que genera la actividad de cruceros en A Coruña, estimada en torno a 15 millones de euros. En las previsiones para 2022 será significativo el número de dobles escalas, con un total de 28, además de seis triples. Además, se espera una escala cuádruple, concretamente el 8 de mayo.
Bautizado por Su Majestad la Reina de Inglaterra en octubre de 2010, el Queen Elizabeth es el barco más nuevo de Cunard y el tercero en llevar su nombre. Se trata de un barco moderno y espacioso y cuenta como servicios como una biblioteca con más de 6.000 libros entre los que elegir, una cubierta con césped para jugar al críquet, el Garden Lounge, que ofrece música en directo al lado de la piscina el Yatch Club, un local más íntimo para los amantes del baile.
Tras su paso por la ciudad coruñesa, el crucero AidaNova puso rumbo a Portugal y aunque planeaba dirigirse a Madeira para ver los fuegos artificiales de Fin de Año, un brote de coronavirus con más de 50 infectados le obligó a detenerse en el puerto de Lisboa durante varios días. En la madrugada de este lunes comenzó el desembarco, que se llevó a cabo por etapas para evitar la aglomeración de personas y todos los turistas que fueron remitidos al aeropuerto fueron sometidos a una prueba de covid-19 en las últimas 48 horas y resultaron negativos.