28 octubre, 2020
Bares, restaurantes y, en general, el sector del ocio cerrará sus puertas en Alemania durante todo el mes de noviembre. La medida anunciada esta misma tarde por la canciller alemana era ya de esperar, ya que el número dos del Ejecutivo alemán, Olaf Scholz, ya había adelantado el endurecimiento de las medidas para «romper esta segunda ola». El principal objetivo del Gobierno alemán es salvar las Navidades y que las familias y amigos puedan reunirse, como ocurrió durante la primavera, tras la primera oleada.
Por otra parte, Alemania limitará las reuniones, que solo estarán permitidas en el exterior y solo podrán ser de convivientes de dos hogares diferentes como máximo. Las pernoctaciones fuera del domicilio tampoco estarán permitidas, salvo en casos excepcionales.
El plan que acompaña estas medidas contempla una compensación, en especial dirigida al sector turístico y hostelero, de hasta el 75% de los ingresos que generaron el mismo mes del año pasado.
Los franceses también esperan un endurecimiento de las medidas que anunciará, previsiblemente, su presidente, Emmanuel Macron, a partir de las ocho de la tarde. La principal preocupación del país vecino son las camas UCI, ya que más de la mitad están ocupadas. Allí gran parte de la población ya vive un toque de queda nocturno.
En Italia las protestas contra las nuevas medidas del Gobierno se han extendido por todo el país. Y es que el Ejecutivo ha impuesto en los últimos días un toque de queda en varias regiones y ha decretado el cierre de bares y restaurantes a partir de las seis de la tarde. A esa hora también tienen que cerrar sus puertas los pabellones deportivos, el cine y los conciertos.