21 noviembre, 2023
El concurso de Ferrero Rocher, que cada año nombra un Pueblo de la Navidad, se ha convertido en todo un clásico en estas fechas. El municipio orensano de Celanova es uno de los cuatro semifinalistas en esta edición, que mantiene su icónico lema ‘Juntos brillamos más’.
Un año especial, pues el concurso celebra su décimo aniversario. A la candidatura de Celanova le acompañan las de Benasque (Huesca), Burgo de Osma (Soria) y La Alberca (Salamanca).
Cada pueblo tiene asociado un concepto que le define, que subraya su potencial y atractivo. En el caso de Celanova es el sabor. «Su sabor, cualidad que comparte con Ferrero Rocher, destaca a todos los niveles. Porque esta villa sabe a gastronomía de calidad, a poesía y a música exquisita», manifiesta la carta de presentación de la candidatura de Celanova, que se puede leer en la página destinada a votar a los candidatos.
Cada pueblo dispone, además, de un vídeo que sirve de aperitivo para los votantes. En el de Celanova, además de hacer hincapié en el sabor de los productos de la localidad, recuerdan su peso cultural, como cuna de muchos escritores relevantes, como Curros Enríquez.
Al municipio oscense de Benasque la organización lo destaca por su magia. «Todo gracias al sorprendente enclave en el que se encuentra, a su cálida arquitectura y a su fascinante cielo», apuntan desde Ferrero Rocher.
La hospitalidad de los vecinos del pueblo, así como el entorno natural en el que se integra la localidad, son algunos de los pilares en los que se sustenta la candidatura del pueblo pirenaico.
En la provincia de Soria se encuentra otro de los semifinalistas de esta décima edición del concurso de Ferrero Rocher. El legado es el valor que representa a Burgo de Osma, el «impresionante municipio soriano» del que consideran especialmente su valor histórico. «Pasear por sus calles y visitar sus monumentos suponen una auténtica clase de historia, por eso ha sido declarado Bien de Interés Cultural«, reflejan.
Un legado que, según los protagonistas del vídeo, está «siempre presente». «Es como si las paredes te hablasen», confiesa uno de los encargados de compartir sus pareceres sobre el lugar.
El municipio salmantino de La Alberca es el cuarto y último semifinalista. De él destaca su elegancia, consagrada por su «arquitectura típica de la Sierra de Francia, sus adornos florales y la combinación de materiales rústicos confieren a esta precioso pueblo una clase única».
Uno de los cuatro pueblos será el ganador, el representante de la Navidad en nuestro país. En él Ferrero Rocher colocará su brillante y mayúscula iluminación. El elegido, que se conocerá la segunda semana de diciembre, relevará a Mojácar, que ganó el concurso el pasado año.