1 marzo, 2021
El Camino de Santiago es uno de los principales recursos económicos y culturales del municipio lucense de Sarria. El alcalde de esta villa, Claudio Garrido, transmite un mensaje de esperanza de cara a este Año Santo y confía en que los peregrinos a los que su Gobierno local tanto mima vuelvan pronto a las calles sarrianas. La relajación de la normativa que regula la instalación de terrazas en la vía pública es la principal medida que este regidor ha adoptado para ayudar a los bares y restaurantes ya que los hosteleros, más que ayudas directas, «lo que quieren es poder trabajar».
-¿Cómo ha comenzado este Año Santo tan particular para una localidad tan vinculada al Camino de Santiago como Sarria?
-Para hablar de este año, tenemos que remontarnos un poco al año anterior. El año se presenta con muchas expectativas dada la necesidad del sector turístico y, especialmente, del del peregrino, que en Sarria es casi un sector por sí mismo. El peso que tiene el Camino de Santiago para la economía sarriana es fundamental. Sarria es un municipio donde el sector primario tuvo siempre una gran importancia, sobre todo en su vertiente ganadera. Con la tecnificación, ese sector vio reducido su peso, sobre todo en cuanto a creación de empleo, y el Camino de Santiago vino a ocupar ese lugar. Las expectativas son muy grandes, sobre todo después de un año en el que se desplomó totalmente la llegada de peregrinos y pese a que tuvimos una recuperación aceptable en los meses de julio y agosto que nos sirvió, sobre todo, para mantener engrasada la maquinaria de los albergues y de los demás servicios. La confianza, pese a todo, es grande. Sarria es uno de los municipios con una incidencia más baja en cuanto a la Covid-19 y, por ello, tanto desde el Ayuntamiento como desde las asociaciones y mancomunidades vinculadas al Camino a las que pertenecemos lucharemos para tener un año en el que se consolide la tendencia positiva que ya venía de atrás.
-¿Cuántos peregrinos pueden pasar por Sarria en un año normal, sin el lastre que supone esta pandemia?
-Sarria tiene estación de ferrocarril y cumple con la distancia de 100 kilómetros con respecto a Santiago que exige la Compostelana. Hay dos tipos de peregrinos: los que vienen ya haciendo el Camino y los que lo empiezan aquí. En un año normal, hablamos de entre 250.000 y 275.000 que pernoctan en Sarria. Nosotros tenemos contabilizadas y controladas, ahora mismo, 2.800 plazas hoteleras entre hostales, pensiones y hoteles. En cuanto a los pisos turísticos, la normativa todavía es escasa porque teníamos que haber empezado con ella y nos interrumpió la pandemia. La época de mayor afluencia es entre junio y septiembre. Ahí tenemos picos altísimos en los que están cubiertas todas las plazas y tenemos que abrir instalaciones municipales. Hay, en cambio, otras épocas en las que hay menos movimiento. En el Ayuntamiento, precisamente, estamos trabajando mucho en la desestacionalización del Camino de Santiago. No es bueno que tengamos cinco meses con una alta densidad y que luego, el resto del año, no tengamos. Para lograr esa desestacionalización, buscamos la participación de asociaciones, de colegios… Hemos creado una concejalía en exclusiva para el Camino de Santiago y fuimos los primeros de Galicia en hacerlo.
«El del peregrino es en Sarria un sector por sí mismo. Hemos creado una concejalía exclusiva para el Camino de Santiago»
-El alcalde de Vigo, Abel Caballero declaró en una entrevista a TUR 43 que el Xacobeo era fundamentalmente Santiago. ¿Qué le responde como alcalde de un municipio donde el Camino de Santiago es tan importante?
-Respeto la opinión del alcalde de Vigo. Nosotros, a la Xunta de Galicia y como miembros de la Mancomunidad de Ayuntamientos del Camino Francés, sí que le decimos, como hacen todos los alcaldes, que nos parece muy escasa la ayuda que nos dan. Es una demanda de hace muchos años. Es cierto que cualquier ayuda que nos puedan dar siempre nos va a parecer escasa, porque las demandas que requiere el Camino son muy grandes. Todo lo que es la celebración del Xacobeo, entendida como el conjunto de los eventos culturales más importantes, claro que se vuelca en Santiago, eso es una realidad. Entiendo que se podían hacer programas más acordes con el conjunto de a población.
-¿Qué más ofrece Sarria como complemento al recurso fundamental que constituye el Camino de Santiago?
-Sarria es un municipio con una densidad de población bastante importante y que presenta la dualidad de la capitalidad del municipio, que es una villa con un centro urbano y con todo tipo de servicios, y un medio rural que sí es cierto que no tiene zonas de gran importancia medioambiental porque, tanto por la demografía como por las características del terreno, tiene la mayoría de su terreno utilizado para la agricultura y la ganadería. Es uno de los municipios más ganaderos de toda Galicia y eso hace que prevalezca en el medio rural la explotación agroganadera. Dicho esto, el municipio de Sarria está atravesado por dos ríos que sí configuran una cultura fluvial a través de los molinos y del paisaje. La cultura del agua es algo que también tenemos en Sarria.
-Como en cualquier municipio gallego, la gastronomía tendrá su cuota de protagonismo.
-Sí. Tenemos una gastronomía muy importante. Sarria es uno de los municipios gallegos con más tradición de embutidos y lo es, precisamente, por esa vocación ganadera que tiene. También destaca la producción de los panes artesanales, con la típica empanada, que es un valor gastronómico de primer orden. Desde el Ayuntamiento, impulsamos también el cocido de porco celta, que es un elemento gastronómico de mucha calidad y diferente de cualquier otro cocido.
«Cualquier ayuda que nos pueda dar la Xunta por el Xacobeo nos va a parecer escasa, porque las demandas del Camino son muy grandes»
-Habla usted del pan y de las empanadas y lo cierto es que en Sarria hay panaderías como Pallares que son toda una referencia y que ya reparten a domicilio por toda Galicia.
-Hay panaderías de Sarria, como Pallares y Gumersindo, que tienen una tradición de muchos años y que, aunque han introducido las técnicas modernas, siguen trabajando con hornos artesanales. Esas panaderías, además, han diversificado bastante su oferta y han logrado crear unos productos de calidad que resultan interesantes, no sólo para los vecinos de Sarria, sino también para cualquier persona que venga de fuera.
-A los atractivos del propio municipio, se suman los que existen en sus proximidades.
-Hay que destacar que estamos a 30 kilómetros tanto de Lugo, que es Patrimonio de la Humanidad con su muralla, como de la Ribeira Sacra. Desde hace muchos años, en Sarria diferenciamos lo que es el peregrino de lo que es un turista normal. Consideramos que los peregrinos no son turistas. El peregrino no viene a hacer turismo. Cada uno viene con sus convicciones religiosas, de valores… Pero el peregrino sí que tiene ojos y oídos. Esa percepción es la que nosotros potenciamos desde el Ayuntamiento. Nosotros buscamos mostrarle lo que tenemos para que ese peregrino, que viaja solo en muchos casos, se transforme en un turista que, movido por lo que ha visto y sentido, regrese.
-¿Han puesto en marcha desde el Ayuntamiendo algún plan de ayuda para los hosteleros?
-El de la hostelería es un tema muy controvertido. Mucha gente demanda ayudas directas para la hostelería, pero nosotros no optamos por eso, porque entendemos que lo que quiere el sector es trabajar. Esa posibilidad de trabajar, claro, depende mucho de las medidas que se tomen. Hemos detectado que la dificultad que tienen la mayoría de los hosteleros para mantener su actividad es la de trabajar al aire libre. Con la normativa que había, más del 50% de los bares de Sarria no podían instalar terrazas y estaban así condenados al cierre. Lo que hicimos desde el primer momento, desde marzo del pasado año, fue suspender la ordenanza que teníamos y posibilitamos que todos los bares pudieran aumentar las terrazas tanto como pudieran siempre que no perjudicaran a los vecinos. Permitimos incluso instalar terrazas en zonas de aparcamiento con poca demanda. Esa fue una puesta por el trabajo y permitió que toda a hostelería tuviera una actividad importante.
«Posibilitamos que todos los bares pudieran aumentar las terrazas. Fue una apuesta por el trabajo»
-Los alojamientos también lo estarán pasando mal.
-El Alfonso IX, el Roma y el Mar de Plata son los tres hoteles más importantes y es ahí donde hay más dificultades. Tanto los albergues como los hoteles han tenido un problema importante, porque los peregrinos se redujeron hasta quedarse entre un 5% y un 10% de los que hay un año normal y las visitas en general, con tanto confinamiento y cierre perimetral, bajaron también mucho. Las pensiones sí han tenido una mejor aceptación, porque la gente busca seguridad sanitaria y la encuentra en habitaciones individuales con su propio cuarto de baño. En los albergues, por ejemplo, es muy difícil garantizar esa seguridad, pese que han hecho y hacen un esfuerzo muy grande.
-Con la pandemia han cobrado importancia formas de hacer turismo como el que se practica a bordo de las autocaravanas. ¿Cuál es la postura de su Ayuntamiento con respecto a este fenómeno en auge?
-Nosotros tenemos un camping, que es un negocio particular, pero también hemos habilitado, desde los poderes públicos, un área de autocaravanas. Por tanto, sí permitimos la llegada de autocaravanas, siempre de forma organizada y con todos los servicios necesarios. Estamos, de hecho, en organizaciones nacionales e internacionales de caravaning. A Sarria vienen muchas autocaravanas. Se han hecho incluso concentraciones.
-¿Qué cree que pasará este año con fiestas como el San Juan y Os Remedios?
-Os Remedios está aún muy lejos (septiembre) y, a lo mejor, con algunas limitaciones y si la vacunación va más o menos bien, podría celebrarse. San Juan dudo que se pueda celebrar en condiciones normales. El año pasado ya no se pudo celebrar, aunque hicimos algunas actuaciones en la calle con grupos locales. Intentamos mantener cierto espíritu para levantar el ánimo de la gente. A lo largo del pasado año, hemos suspendido casi todas las actividades deportivas y culturales salvo aquellas en las que se puedan garantizar las condiciones sanitarias. En Navidades hemos hecho concurso telemáticos de decoración de portales, de iluminación de balcones… Fueron todo un éxito. También hemos celebrado los Carnavales así, con concursos online. Todos los premios que se daban en esas actividades consistían en bonos para comprar en el comercio local.