22 agosto, 2019
PABLO LÓPEZ /
Las organizaciones ecologistas agrupadas en la federación europea Transport and Enviroment han denunciado la escasa preocupación de los empresarios del sector de los cruceros por emprender medidas que reduzcan los gases contaminantes que emiten los grandes barcos de pasajeros. A raíz de un informe publicado por la organización alemana NABU, que alertaba de que la mayoría de los trasatlánticos siguen empleando combustibles pesados, grupos como Ecologistas en Acción han exigido a los gobiernos que aprueben una normativa más restrictiva.
Los ecologistas recalcan que la modernización de la flota de cruceros para reducir la contaminación supondría unos costes muy pequeños para las empresas, por lo que consideran muy preocupante que los avances en ese aspecto hayan sido tan pequeños.
“Es un escándalo que todavía veamos barcos con estándares ambientales que se remontan a décadas atrás. Las tecnologías para nuevas construcciones, así como para el reacondicionamiento de las flotas actuales están ampliamente disponibles y representan un costo ínfimo para los beneficios astronómicos que cada año acumulan los cuatro oligopolios que controlan el mercado a nivel global”, explica la directora de políticas climáticas de NABU Hamburgo, Malte Siegert, que urge a los gobiernos a establecer “regulaciones obligatorias” para el sector.
Transport and Enviroment, coalición de la que forman parte tanto NABU como Ecologistas en Acción, solicita que los cruceros tengan la obligación de utilizar combustibles con un máximo de azufre del 0,1% y, para lograr ese objetivo, considera necesario que los gobiernos lo exijan por ley.
En España, país más afectado por la contaminación de los cruceros según los datos del informe de NABU, el Gobierno anunció su intención de controlar mediante drones la concentración de azufre en las emisiones de los barcos. Esta idea del Ejecutivo español llegó después de que un informe elaborado por Transport & Enviroment desvelara que las emisiones de dióxido de azufre de los buques de la compañía Carnival Corporation fueron casi diez veces superiores a las del total de los 260 millones de coches que circulan por Europa y que las de los barcos de Royal Caribbean Cruises las cuadruplicaron.